La capacidad de readaptación del artista al mercado actual
La capacidad de readaptación del artista al mercado actual
En lo que va de siglo, en los últimos veinte años, las galerías de arte se han visto afectadas, más que nunca, por los cambios que se han generado en el mercado del arte y por la dinámica que define al coleccionismo actual.
La forma de acceder al arte ha cambiado drásticamente, perdiendo protagonismo la comercialización y promoción desde un plano físico (galerias o ferias) y adquiriendo cada día mayor relevancia el ámbito digital (internet).
Un mercado más competitivo
En la actualidad, el mercado es más competitivo por la facilidad que tienen los nuevos artistas de obtener visibilidad online en un espacio global.
No existen limitaciones de difusión y permite una mejor autogestión, no reducida al espacio físico de una galería o centro de arte.
Más que en ningun otro momento, la capacidad que tenga la galería en sus actividades de gestión y apertura a nuevas formas de representación será la clave para su supervivencia.
No sólo se trata de mantener al tipo de coleccionismo tradicional, sino también de atraer a nuevos públicos e incentivarlo con propuestas acordes a la actualidad.
Es conveniente hacer una acertada planificación de negocio, ajustar los precios a la realidad del nuevo mercado y un replanteamiento de la oferta con propuestas artísticas que reflejen la nueva era.
Acceder a la oferta artística que existe hoy en día es más amplia y variada que nunca, teniendo en cuenta la difusión que existe a través de múltiples plataformas especializadas, redes sociales o webs de artistas.
Ahora bien, al no existir una selección previa de calidad, es un campo abonado para la confusión, porque quien publica online no pasa un filtro previo de calidad, como ha ocurrido siempre con las galerías fisicas que centran su selección de artistas en función de un estilo, prestigio del autor o rentabilidad.
La galería como garantía de mercado
Para el coleccionista la galería representa una garantía de mercado y una fuente de información y asesoramiento fiable, porque la adquisición de una obra de arte entraña mucho más que un fin decorativo.
Además, de transmitir emociones, el arte nos hace reflexionar sobre la vida en general, expresándose en un lenguaje universal que conecta directamente con nuestros sentidos y capacidad intelectual.
En lo que se refiere a los artistas, manifiestan que el mercado actual está paralizado, las instituciones no apoyan financieramente como lo hacían años atrás y el coleccionista que compraba habitualmente en la década de los ochenta se ha desencantado o se ha ido del mercado por imperativos de la edad, mientras no ha surguido una nueva generación que lo sustituya.
Desde la perspectiva del público en general, existen hoy en día prioridades y preferencias que relegan a la compra de arte a un lugar secundario, mientras no exista una base sólida en la educación en la que se fomente que el arte es algo que beneficia a la sociedad en general y nos mejora como seres humanos.
Las administraciones públicas, tanto a nivel nacional, regional o local, tienen que activar subvenciones y ayudas para que el acto creativo en general pueda fomentarse con libertad y que su práctica sea remunerada, igual que se garantice la socialización de la cultura y el acceso de las minorías a ella
El artista no vende
Asimilando todos los factores negativos que pueden intervenir en la situación actual del mercado del arte, el artista emergente o, simplemente, que no está en primera línea, no vende y no encuentra una salida recurrente para la difusión y comercialización de su obra.
Las galerías de arte están saturadas de recibir portfolios y ofertas de nuevos artistas que les llegan de forma presencial u online, diluyéndose las posibilidades de que se fijen en tus trabajos.
La difusión del arte a través de internet es inmediata, pero significa para el artista una dedicación constante y si se obtienen resultados no suelen ser rápidos, sino a medio y largo plazo.
¿Como subsistira la actividad artística?
Entonces, si los artistas no venden ¿se acaba la actividad artística?.
Quiero pensar que no, porque el artista vocacional por poco que pueda siempre seguirá adelante con su talento, sin miedo y con ganas de perseverar y afianzarse en la aventura del arte, aunque dependa de un trabajo y unos ingresos exiguos y fluctuantes.
A su favor, tiene su juventud y la osadía de atreverse a afrontar situaciones difíciles con valentía y entereza.
Porque, si no encuentra salida a su obra, se construye él mismo el entorno donde darle visibilidad a través de coworkings, espacios digitales o espacios colectivos de exhibición que se subvencionan buscando micromecenazgos o con recursos propios.
Hay que poner atención al surgimiento de estos espacios jóvenes, porque son el germen de nuevos consumidores de arte, que buscan valores y manifestaciones artisticas propias de su época.
Estas propuestas del arte emergente atraen a un publico nuevo y, tal vez, menos experto, pero que se siente motivado por la originalidad de la oferta y por precios accesibles para su economía.

CAMBIOS FAVORABLES DEL MERCADO
A continuación, se te facilian algunos datos recogidos en un estudio que analiza los cambios producidos en el mercado durante los últimos veinte años y que ha ido en aumento, aunque la salud de este mercado depende de la comercialización de la obra de unos 100 artistas.
En materia de ferias, en el año 2000 se registraban 60 ferias de arte. Actualmente se consignan unas 600. De estas algunas galerías y coleccionistas asisten entre 10 y 20 eventos por año.
Con referencia a las ventas, en 2019 se consignaron 550.000 lotes vendidos en subastas que generaron un total de 13,3 mil millones de dólares (incluyendo todos los períodos creativos combinados).
Con relación al arte Contemporáneo, en 2000 esta escuela consignó 100 millones de dólares de ventas, mientras que en estos 20 años se calcula que gracias al mayor volumen y aumento de precios alcanza a una facturación de casi 2.000 millones de dólares. Uno de los cambios significativos es que la estructura de esta parte del mercado registraba en 2000 la participación de unos 5.400 artistas con una oferta de 12.000 obras, mientras que actualmente se registran unos 32.000 que presentan en el mercado unos 123.000 lotes (6 veces más artistas y 10 veces más de lotes).
Durante este período el precio promedio de una obra de arte contemporánea se ha triplicado pasando de 7.430 a 25.040, superando a todos los demás períodos creativos.
La participación de China que conjuntamente con Estados Unidos generan el 68% de la facturación en subastas. Es actualmenter el tercer mercado para la venta de arte contemporáneo detrás de Nueva York y Londres.
Un dato a tener en cuenta es que el gran volumen del mercado contemporáneo es generado por unos 100 artistas. Es decir que la salud del mercado depende del 0,3% de la facturación de esos artistas. Basquiat, Koons, Hirst y Wool generaron 4,4 mil millones de dólares, un 20% de lo recaudado por el mercado global contemporáneo.
– Fuente: trastiendaplus.com
Revulsivo social de la crisisis
En el plano individual ¿como debe ser la conducta de un artista novel en la actualidad?.
Teniendo en cuenta el revulsivo social que provocan las grandes crisis o pandemias como la actual, el arte no es ajeno a los cambios, porque es, precisamente, en estas situaciones cuando surgen nuevas propuestas artísticas y tendencias ideológicas.
En este clima de readaptación el discurso creativo del artista debe ser vigoroso y consistente, que le permita crear un universo propio y diferenciador.
Así, creando una obra de interés y genuina, establecerá los canales apropiados para su divulgación con el fin de conseguir que los diversos intermediarios del mercado conozcan y se interesen por su trabajo artístico.
¿Cómo conseguirlo?
Dejándose ver físicamente, participando activamente en el circuito artistico-cultural, conociendo las nuevas propuestas del arte (por ejemplo, los NFT/non-fungible token), colaborando en iniciativas colectivas y manteniendo su proyecto actualizado y fácil de encontrar en la red, como puede ser un blog o website propios o en plataformas especializadas de arte.
La galería de arte es aún hoy en día el canal de distribución más adecuado para la comercialización y promoción del artista con que cuenta el mercado del arte.
Aunque la reciente crisis ha ocasionado el cierre de muchas de ellas o las ha obligado a replantearse su política de ventas, existen en España cerca de tres mil galerías que mantienen las puertas abiertas al público con una oferta muy variada, aunque se reduce a unas 500 las que mantienen su actividad en el sector de las Bellas Artes.
Las galerías de primer nivel son una minoría
No obstante, las galerías punteras con relevancia a nivel nacional y proyección internacional se reducen a un 10% de las que se mantienen en activo con una oferta de arte contemporáneo.
Su volumen de negocio se centra en la gestión directa de la galería con los coleccionistas, ferias nacionales e internacionales y comercio electrónico.
Esta última opción de venta por internet, aunque está en auge, en la actualidad representa tan sólo un 7% del total de su negocio.
La forma de trabajar de las galerías difiere bastante de una a otra, en función de los objetivos en que se basa su negocio: bellas artes, artes decorativas o antigüedades.
Como artista contemporáneo que quieres hacerlo o te dedicas ya por completo a tu vocación creativa profesionalmente te interesan las galerías que trabajan en exclusiva o representando temporalmente a una selección de artistas.
Según afirma Clare McAndrew, en el informe “El mercado español del arte”, que desarrolló para la Fundación Arte y Mecenazgo: “Aunque todavía trabajan estrechamente con sus artistas, la exclusividad no es tan común en los últimos años y es significativo el número de galerías que ahora promocionan de forma activa a sus artistas que trabajan con otras galerías con el fin de cultivar y promocionar sus carreras. “
“Muchos galeristas reconocieron, no obstante, que esto a menudo puede funcionar mejor cuando hay una galería principal dirigiendo la carrera de un artista, con otras personas que trabajen con él en distintos niveles secundarios, centrándose en exposiciones y ventas concretas. “
”Aunque que algunos galeristas afirmaron –sigue explicando McAndrew- que este enfoque de colaboración funcionaba muy bien, la falta de exclusividad se consideraba problemática para otros, sobre todo cuando se trataba del alto coste de inversión asociado a la promoción de algunos artistas. Si un artista está representado por más de una galería, puede surgir el “problema del polizón”, por el que una o más galerías reducen su inversión en costosas actividades de promoción , mientras se benefician de los esfuerzos realizados por otros.“
Intereses que determinan la actividad de las galerías
Aunque con matices en cada caso, el propietario o director de una galería de arte determina la línea expositiva que va a mantener su local en función de los siguientes intereses:
- Conseguir prestigio y proyección internacional con los artistas que representan.
- Centrarse en la rentabilidad económica de sus exposiciones y seleccionar la obra que van a exponer condicionados por la venta
- Satisfacer su vocación coleccionista y amor por el arte exhibiendo y promocionando artistas que se identifican con sus preferencias personales.
Según el tipo de galería que visites ten muy en cuenta como identificarla y que fines persigue con su actividad expositiva.
Debes estar preparado para encajar la negativa de muchas galerías a exponer tu obra y ser paciente hasta encontrar la que se entusiasme con tu trabajo y apueste por él.
En el fondo, la galería de arte es un negocio y no debes entender el rechazo como algo personal, sino que tu oferta no se acomoda a los gustos o prioridades del galerista.
Hay que entender que una galería celebra, como mucho, de 10 a 15 exhibiciones al año, mientras recibe decenas de solicitudes para exponer.
Al programar su temporada cada galería tiene su método de trabajo y es una incógnita saber qué es lo que les decide seleccionar un artista u otro.
¿Qué busca una galería o un museo para exponer a un artista?
Como a la mayoría les promueve intereses comerciales, plantéate las interrogantes que puede hacerse el galerista al elegir o rechazar a un artista:
- ¿Qué trayectoria tiene y donde ha expuesto?
- ¿Qué aceptación ha tenido en el mercado?
- ¿Prestigia a la galería su trabajo?
- ¿Es fácil de comercializar su obra?
- Su historial es reducido, pero, la calidad artística, indiscutible.
- Personalmente me gusta, pero ¿debo exponerlo?
- ¿Sus precios son competitivos?
El proceso de selección que sigue un museo o una fundación es diferente al de una galería de arte.
Suelen tener normas reglamentadas sujetas a cumplir con su finalidad museográfica y a las que el artista sabe a que atenerse para hacer su presentación o solicitud. (Ver artículo: “El camino para exponer en el Guggenheim”)
La revisión de las peticiones que tiene una entidad pública o privada suele llevarse a cabo dos o tres veces al año, encargándose de este cometido una dirección colegiada o comité de selección formado por profesionales y en base al proyecto divulgativo.
En las galerías, el proceso de selección es más directo, recayendo este procedimiento en la dirección que, normalmente, suele ser unipersonal, aunque esté asesorada previamente.
Ten en cuenta las siguientes consideraciones:
- Cuando más prestigio tenga una galería filtrara más el proceso de selección para correr el mínimo riesgo.
- La selección de un artista emergente es arriesgado para la galería y si decide apoyarlo es una inversión de tiempo y dinero que tiene que hacer a medio y largo plazo.
- Las galerías de menor nivel o más comerciales asumen más fácilmente el riesgo de trabajar con nuevos artistas, ya que la única responsabilidad de su gestión se centra en la obra expuesta temporalmente.
- La posibilidad de exponer en estas galerías suele ser después de una entrevista personal o de conocer el portfolio si es del agrado de la dirección.
- Si la galería es de reciente creación y entras a formar parte de los artistas habituales con los que inicia su andadura, es muy posible que la relación permanezca en el tiempo, si hay buena sintonía entre ambas partes.
Decálogo para contactar con una galería
En la relación entre el galerista y el artista siempre ha prevalecido el poder de negociación que tiene el primero sobre el segundo, condicionando al artista en su decisión y derechos.
En realidad, los artistas necesitan a las galerías para mostrar su obra y poder comercializarla.
Por su parte, el galerista necesita al artista porque el trabajo de este es el origen de su negocio, actuando de puente entre el artista y el coleccionista.
Basándote en estos conocimientos, al contactar con una galería de arte debes tener en cuenta el siguiente decálogo:
- Antes de presentarte personalmente o de manera virtual en un espacio expositivo conoce el tipo de exposiciones que celebra habitualmente.
- Frecuenta el espacio antes de ofertar nada, porque el mundo del arte es reducido en cualquier ciudad y todos se conocen.
- Es preferible mantener el primer contacto en persona, en lugar de enviar un email.(Pregunta directamente si quieren conocer tu obra y como prefieren hacerlo).
- No dudes en preguntar, porque el NO ya lo tienes asegurado si no lo haces.
- Basa tu solicitud en la coherencia de la línea expositiva de la galería y evita ofertarla a galerías con las que no te identificas.
- Presenta el dosier con la máxima coordinación de contenido y calidad fotográfica.
- Dispón de un portfolio online o web donde puedan encontrarte y conocer tu obra si lo desean. (Aunque la posibilidad de plagio te haga desistir, son más las ventajas de tener presencia online que carecer de ella).
- Presenta obras con las que te identifiques artísticamente y no muestres las que hayas podido hacer pensando solo en la venta.
- Suelen programar al menos con una temporada de antelación, por lo que tendrás tiempo en preparar a conciencia una exposición si te aceptan.
- Muestra tu trabajo con confianza e intercambia opiniones con los responsables de la galería.
- Puede que no les interese tu obra, pero, tal vez, te dirijan a alguien que si le interese o te propongan algún proyecto o colaboración.
- Mejor si existe la mediación de algún conocido, amigo en común o profesional, al menos para que acepten que les muestres tu obra.
- Si llegáis a algún acuerdo, no tengas reparo en solicitarlo por escrito.





Para ello, es importante que tengas los siguientes puntos en cuenta:

