que te paralizan
Los miedos del artista son muy variados en el transcurso de su carrera y son su peor adversario cuando se enfrenta con la realidad de su creatividad, la promoción y la comercialización de su obra.
Pero…
No es uno solo;son muchos y muy diversas las formas en que se manifiesta esta amenaza.
Según sea tu personalidad o situación social, como artista tendrás que lidiar con unos miedos o con otros, pero seguro que alguno te perturbará.
Todos los que tienen un trabajo creativo han experimentado alguna vez temor al iniciar o durante el proceso de un nuevo proyecto.
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El miedo puede ser real o supuesto
El miedo es algo aprendido.
Se nos manifiesta como sensación desagradable provocada por la percepción de una amenaza real o supuesta, presente, futura o, incluso, que acarreamos del pasado.
A lo largo de tu vida el miedo siempre estará ahí y es importante aceptar cuanto antes que hay que convivir con él y aprender a dominarlo.
Para afrontarlo y evitar que te paralice o trastoque la realidad el primer paso es identificarlo para poder superarlo o desvanecer lo más posible.
Cuando decides ser artista lo más normal es tener grandes expectativas y lo único que deseas es que tu trabajo esté lo más relacionado posible con lo que te gusta hacer.
Después, llega la necesidad natural e inseparable de la creación artística y es que toda obra tenga como destinatario a un público determinado.
Y aquí, paralelamente unido a la ilusión de querer mostrar tu obra, aparece uno de los miedos más habituales que es el de exponerse al público y a la crítica.
Es normal tener dudas y es normal esperar la aprobación de los demás respecto a tu trabajo, porque has invertido en él mucho tiempo, dinero e ilusión.
Este es solo un botón de muestra de los muchos miedos que te embargan.
Como artista eres un ser sensible lleno de inquietudes, de sueños, de dudas, de aciertos y desaciertos, de búsquedas, de insatisfacciones, de éxitos y de fracasos.
Todos los días en cualquiera de tus procesos o estados de ánimo el temor está presente en algún momento porque forma parte intrínseca del proceso creativo.
Los miedos del artista pueden paralizar su creatividad
El único miedo que hay que temer es al que te pueda paralizar y que afecte directamente a tu productividad y comportamiento.
No tener miedo es algo insensato, porque el miedo es también un aviso para mantenernos en alerta.
Hay que superarlo y aprender a convivir con él, pero siempre conscientes de que podemos sobreponernos a su presencia en cualquier situación.
Cuando el miedo no es un peligro real para tu vida, significa una amenaza que te impide que puedas progresar, porque te paraliza como persona.
Trabaja para manejar tus temores y conseguirás más libertad para poderte desarrollar como artista:
- Sé capaz de descubrir y reducir tus miedos. La mejor manera de superar algo es enfrentarse a ello.
- Se auténtico. No permitas que limiten o hagan cambiar tus metas.
- Ríete del fracaso. Emprende de nuevo y no te mueras sin vivir tus sueños.
- Haz lo que sabes hacer. Por miedo no renuncies a nada.
- Arriesga y no te paralices. Insiste con prueba-error, prueba-error, hasta que ganes.
- Disfruta tus miedos. Empodérate y empieza a construir tu confianza. Aprender a convivir con esta emoción es esencial.
Miedos que te perturban
Ten presente que si decides ser artista y vivir de tu arte, desde el primer momento estará la sombra del miedo detrás de ti.
– ¿Ganaré para vivir?
– ¿Gustará mi obra?
– ¿Me habré equivocado?
– ¿Es el trabajo adecuado?
– ¿Sabré hacerlo?
– ¿Tendré éxito?…
… son preguntas que te formularás con frecuencia.
Piensa que, en primer lugar, será el entorno social o familiar más próximo a ti el que hará que sientas miedo a querer lograr tu sueño de intentar ser artista.
Conseguirás mejor su aprobación si estudias Administración de Empresas en lugar de Bellas Artes.
Las dos carreras serán igual de difíciles, pero la sociedad te considerará más sensato si escoges la primera.
Es el precio que hay que pagar si se quiere “ser alguien” de acuerdo a las pautas que marca el mundo actual.
No pierdas tu propia identidad por miedo “al qué dirán”, ni por complacer a los que imponen las normas, ni dejar de intentarlo por miedo al fracaso.
Por miedo no postergues tus sueños
De los errores se aprende y con las dificultades que te encuentres en el camino te fortaleces.
Por miedo no postergues tus sueños y menos renuncies a ellos.
Aprovecha tus propios miedos y reconviértelos a tu favor.
Cada persona es un mundo y su evolución requiere un tiempo y un espacio distinto.
Es posible que estés convencido que a ti no te embarga ningún temor y que nada de todo lo que se ha dicho hasta aquí va contigo.
Lo dudo, porque, en algún momento, seguro que te habrás identificado con alguna de las siguientes situaciones de miedo:
. . . al “lienzo en blanco”, que te bloquea y no sabes como avanzar.
. . . a la insatisfacción por lo que haces, que te provoca zozobra e incertidumbre.
. . . a gastar tiempo y dinero en ocuparte de un trabajo que no te convence.
. . . al fracaso, que te paraliza, que te provoca ansiedad y necesidad de aprobación externa.
. . . al éxito de otros artistas, por quererte comparar y por inseguridad te acompleja.
. . . a tu propio éxito, que se convierte en una presión constante sobre todo lo que haces.
. . . a hablar de tu obra, por considerar que no es apropiado hacerlo tú mismo.
. . . a vender tu trabajo, por cortedad en comercializar tu propia producción.
. . . a la crítica especializada y al público en general, por considerar que no puedas satisfacer sus expectativas.
. . . a triunfar y no saber administrar el éxito, porque te aleja de la realidad.
. . . a falsas expectativas, por no saber asumir que todas las obras que hagas no pueden estar al mismo nivel.
Cualquiera de estos miedos que se te pueden presentar en algún momento distorsionaran y condicionaran tu creatividad.
Recursos para dominar tus miedos
Debes estar preparado para saber lidiar con él, porque con miedo se piensa poco y se reacciona equivocadamente.
En la medida de tus posibilidades, actúa de manera positiva:
- Huye de la improvisación y fortalece la confianza en ti mismo.
- Acepta los consejos y críticas constructivas, pero sin desviarte de tu objetivo.
- Disfruta y vibra emocionalmente con tu trabajo, convirtiéndolo en el principal motor de tu forma de vida.
- Prepara a fondo los proyectos, no improvises y cuando los ejecutes hazlo con paso firme y seguro.
- Trabaja con continuidad y evita los altibajos, porque no siempre hay que conseguir una obra definitiva.
- Deja espacio en tu trabajo para ensayar nuevas técnicas, analizar lo que has hecho, disfrutar con lo que estás haciendo o jugar con la experimentación.
- Cuida tu salud, porque ello favorecerá la predisposición a la hora de trabajar y enfrentarte a nuevos retos.
- Aliméntate de forma saludable, haz ejercicio a diario, disfruta de un sueño reparador y de una mentalidad activa.
- Busca la armonía y la belleza, no solo en tu obra, sino en todo lo que hagas y tu entorno: crea un ambiente agradable en tu estudio-taller, relaciónate con personas positivas y trata de ver el lado bueno de las situaciones complejas.
- Eres una persona creativa y la libertad la llevas por bandera, por lo que aléjate del ritmo de vida actual que marca la sociedad siempre que puedas permitírtelo.
- Reserva tiempo para leer, escuchar música, ver películas, conversar con los amigos, disfrutar de la familia, visita museos, exposiciones o talleres de otros artistas para conocer y aprender.
Pero, sobre todo, actúa dirigiendo tus pasos a conseguir la vida que has soñado.
Posponer las aspiraciones que uno anhela promueve el dolor, la ansiedad y crea malestar.
No pierdas ninguna oportunidad para avanzar en tu desarrollo personal y procura alcanzar la auténtica libertad con la gestión de tus miedos.
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Increible articulo, muy completo y directo al punto. 🙂 Ahora abordare esos miedos con mayor fortaleza y los usare como gasolina para emprender mis trabajos artisticos!
Hola Ricardo. Gracias por comentar y confío en que te sea de utilidad la información. Un abrazo.