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De emergentes a sumergidos. Nuevos artistas y mercado del arte

De emergentes a sumergidos. Nuevos artistas y mercado del arte

De emergentes a sumergidos.
Nuevos artistas y mercado del arte

por Erika Pardo Eskoug

Desde mi experiencia personal como artista “emergente” -productora de arte contemporáneo de incipiente proyección, quizá significante de cierta calidad, pero no suficiente como para hacer del arte mi profesión-, reflexiono sobre la relación entre el mercado del arte y el artista principiante: sus condicionamientos, oportunidades, restricciones, consideraciones a tener en cuenta… en definitiva, las reglas del juego que cualquier aspirante a artista debe asumir y afrontar si está dispuesto a aceptar su posición en la cadena de producción de la cultura.

Al contrario que otras profesiones creativas reconocidas como tales, ser artista requiere aceptar una precarización laboral voluntaria, con los riesgos que ello conlleva. Dilucidar los mecanismos del mercado del arte, será pues vital.  


Cuestión de elecciones


La producción artística está llena de mitos.

El peor de ellos: el paradigma del artista-genio-bohemio-loco, de personalidad oscura, siniestra, individualista y excéntrica, que se encierra en su agujero para crear sin gran esfuerzo obras únicas, ajenas a lo que ocurre en el exterior y, quizá por ello, trascendentes a su época.

Auténticos genios en sentido kantiano, que no necesitan formación ni noticia alguna del mundo que les rodea.

Unas veces alcohólicos, otras drogodependientes, si no misóginos, ciclotímicos o sumidos en profundas depresiones.

En palabras de C. Freeland:“ A menudo se cita el genio para excusar o justificar la conducta extraña de un artista (Van Gogh cuando se cortó la oreja), el abandono de sus obligaciones ordinarias (Gauguin cuando escapó a Tahití), el alcoholismo, el ser mujeriego o los cambios de humor (Pollock).”

Nada más lejos de la realidad en nuestro tiempo.

Hoy día, la mayoría de los artistas presentes en galerías y museos de arte moderno son universitarios, gente cosmopolita, versada, viajada, que maneja varios idiomas, con obras que bailan de una feria internacional a otra, de galería en galería.

Y supongo que todos ellos representaron en sus comienzos ese término tan odioso y renombrado – por no decir trillado hasta la saciedad-  que últimamente pulula sin descanso sobre el panorama cultural de este país:  el artista “emergente”.

Jóvenes ambiciosos y competentes, cuyo trabajo es fruto de la disciplina diaria y de una constante situación de alerta: premios, concursos, becas, subvenciones, participación exposiciones colectivas…

Lo que sea necesario para ser visto.

Una vez concluida la formación académica, y por tanto el amparo en cuanto a proyección y visibilidad que la institución universitaria otorga a sus polluelos, es hora de tomar decisiones: la más importante cuestión de fondo será decidir si hacer del arte una profesión.

Si ése es el caso, el primer y fundamental paso en esta andadura deberá ser la pérdida de la ingenuidad, ya que nos chocaremos frontalmente con un gran obstáculo al que sortear: las exigencias del mercado del arte.


No existe la profesión de «artista»


En la producción artística no ocurre como en otras ramas creativas, que están reconocidas como profesiones y cuya remuneración no es puesta en duda, sino que es la consecuencia lógica de un trabajo realizado: arquitectos, publicistas, diseñadores industriales o gráficos… son ocupaciones legitimadas como tales.

Trabajadores que responden a la demanda de una necesidad: la materialización de un proyecto, la realización de un diseño, la transmisión de un mensaje…

Sin embargo, no existe la profesión de “artista” en cuanto a tal.

Si uno decide apostar por sus posibilidades, expresando ideas, inquietudes y sentimientos propios, que seguro serán compartidos  por miles de personas, deberá adaptarse en lo que pueda “a lo que se lleva” o de lo contrario preparase para lo peor.

Cuando hablaba de la pérdida de la ingenuidad, me refiero a cuestiones como:

– ¿Qué se está vendiendo ahora en ARCO?

– ¿Qué tipo de iniciativas está financiado el ayuntamiento de tu ciudad?

– ¿A quién se le concedió la beca X en su última edición?

– ¿Qué tipo de ayudas ha publicado el Ministerio de Cultura este año?

Resulta, cuanto menos curioso, que desde que la cineasta González Sinde fue nombrada Ministra de Cultura, se apoyara al cine y a la producción audiovisual en su momento como nunca antes se había hecho: 46 subvenciones frente a las 3 otorgadas para la promoción de las Bellas Artes.

Aún resuenan en mi cabeza las palabras de uno de mis profesores en mi tercer curso de la facultad: “Anímate mujer, presenta tu dossier a estas becas. Ahora lo que buscan son mujeres que hagan videoarte.”

Asimismo, y en plena época de crisis: 490 millones de euros en I+d+i para la experimentación culinaria…

Ciertamente, el que se aventure a vivir de su producción artística, no puede vivir ajeno al peso de los intereses de las  decisiones políticas en la gestión y el apoyo a la cultura.

Quizá ése sea el mayor problema: en este país la gestión cultural se encuentra en manos de la clase política o de agentes culturales que al poco de entrar en el gremio se politizan o “barren para casa.”

No será este el foro para discutir cuestiones políticas, aunque no haya podido evitar la tentación de apuntar una pequeña pincelada.

La problemática de los nuevos artistas o los “emergentes” básicamente consistirá en la aceptación o no de su voluntaria y elegida autoprecarización.

En plena situación de crisis, cuando los apoyos institucionales son escasos y en muchos casos se encuentran ya otorgados (léase el eufemismo) desde su convocatoria, la búsqueda de financiación no es nada sencillo.

Y con financiación no me refiero sólo a los costes de los proyectos, sino a la cobertura de las necesidades básicas del artista que necesita tiempo para llevar a cabo los proyectos.

Nos encontramos ante un paradigmático caso de «la pescadilla que se muerde la cola»: para producir arte se necesita dinero, si trabajas en otra cosa para ganarlo no tienes tiempo, si no tienes tiempo no puedes producir.

Muchos presuponen con asombrosa naturalidad que ese tiempo puede ser extraído de las horas de sueño o de descanso dominical, compatibles con otro trabajo remunerado a tiempo completo.

Otros consideran que puede compaginarse la producción de obra comercial decorativa y de pequeño formato con la creación de “Arte Con Mayúsculas”: entiéndase por los gigantescos formatos que contemplamos en museos y centros de arte contemporáneo, el arte electrónico, piezas de vídeo o  instalaciones.

Combinación que, por otro lado, para muchos artistas resultaría denigrante.

Como bien describe Shiner“… en el siglo XX, algunos de los debates más destacados acerca de la cultura han girado en torno a la distinción entre alta y baja cultura; una relación paralela a la que existe entre arte versus artesanía, en la medida en que “baja” cultura incluye normalmente el arte popular, las artes decorativas y el arte comercial.”

Todo será pues cuestión de elecciones. Nada fáciles, por cierto.


Mi experiencia personal


Hablaré de mi trayectoria de la forma más honesta y menos artificiosa posible.

En mis inicios como pintora, a partir del año 2003, mi obra se basaba en cuadros de paisaje, sin pretensiones, coloristas y decorativos.

Tanto en España como en Suecia (mis dos países de origen) mi pintura fue acogida con bastante éxito.

Simplemente eran instantáneas en óleo o acuarela que ni siquiera tenían título.

Eran imágenes de lugares que me llamaban la atención traspasados a la tela o al papel.

Exponía en pequeñas salas de ayuntamientos, espacios cedidos por fundaciones, ferias de mujeres emprendedoras y todo tipo de actividades que me permitieran mostrar mi obra sin más coste que encargarme personalmente del montaje y desmontaje, del diseño y gastos del folleto explicativo y/o de la lista de precios e incluso permanecer en el espacio «custodiando» las obras y atendiendo al público en caso de que surgiera una venta.

Y realmente vendía. Y mucho.

En aquella época, esta pintura llamativa, de pequeño formato y precio asequible me permitió vivir exclusivamente del arte.

Por supuesto, asumía que ni el crítico de arte local, ni ningún entendido en arte contemporáneo iba a reparar en mis exposiciones.

Sin embargo, sí conseguía aparecer en la prensa de la provincia y recibir encargos puntuales que, junto con lo que vendía en las exposiciones, me hacían pensar que, hablando con propiedad, mi profesión era «artista».

En 2005 empecé mis estudios de arte (primero en Suecia y luego en la Universidad de Málaga).

Comencé a leer muchísimo: teoría del arte, historia, filosofía, estética…y sobre todo a frecuentar  centros de arte contemporáneo y todo tipo de exposiciones de artistas actuales.


Formación universitaria y necesidad de expresión


Todo ello despertó en mí la necesidad de expresar cosas.

Me introduje en el mundo del cine de autor, aprendí edición de vídeo y de fotografía, animación, arte eletrónico…

La formación universitaria operó tal cambio en mí que llegué a avergonzarme de mis inicios con las acuarelas.

Profundicé en mis emociones más íntimas, abriendo una nueva línea en mi trayectoria: mi obra última expresa mis frustraciones respecto a la maternidad.

A partir de este giro sin retorno, mi actividad artística se abrió a técnicas como las instalaciones y las videoproyecciones.

Empecé a exponer en salas institucionales con una mayor infraestructura: más repercusión mediática, inauguración, invitaciones impresas, textos y catálogos varios…

La gran diferencia respecto a lo anterior: mayor reconocimiento, pero mucha menor remuneración.

Ninguna, en realidad.

Comisarios, diseñadores gráficos, impresores… incluso el vigilante de seguridad recibe un pago por sus servicios.

Cosa que el artista no percibe.

Realmente, la única opción de recepción de ingresos para un artista no reconocido actualmente es ganar algún premio o certamen o conseguir financiación institucional para la realización de un proyecto.

Cierto es que, en principio, se siente como un honor ser seleccionado para participar en exposiciones, aunque sean colectivas y no estén orientadas a la venta.

Pero, he de reconocer que pasado un tiempo el artista empieza a plantearse hasta qué punto su situación en la cadena de producción de la cultura le supone algo sostenible…

Efectivamente, la relación del artista “emergente” (y, por qué no, también de artistas más reconocidos) con el mercado del arte es muy complicada.

El lenguaje visual contemporáneo a veces implica la ejecución de piezas poco o nada vendibles, ya sea por la técnica o por la necesidad de grandes espacios para su montaje, cuestión nada fácil de solventar si pensamos en coleccionistas privados.

Si a ello le sumamos las limitaciones presupuestarias que la consabida crisis acarrea -con pensamiento en las posibles adquisiciones de obra por parte de instituciones-, el panorama no es nada esperanzador.


A modo de conclusión


No hay que ser un entendido en la materia para percibir que esta sociedad debería cuidar más a sus artistas.

Al fin y al cabo, de ellos depende en gran parte la transmisión de nuestra cultura a las generaciones futuras; además de fomentar valores como la identidad de grupo a través de la expresión de inquietudes individuales que son compartidas y valoradas por los espectadores, que a menudo se sienten reconfortados y/o representados por aquello que contemplan, o simplemente experimentan el mero placer estético.

Poniendo de nuevo mi obra como ejemplo, estoy segura de que no seré la única treintañera de este país que dé prioridad a la vida profesional en detrimento de ser madre joven, que tenga dudas acerca de su elección y tenga miedo de haber establecido una escala vital de valores equivocada.

No hace mucho llegaron a mis oídos los lamentos de los comisarios de exposiciones, que dicen sentir coartada su libertad para la selección de obras, por las directrices ya dadas por los que realmente manejan el cotarro de la actividad cultural de este país: véase la clase política, que  poco entiende de arte y, si se me permite la licencia, de casi nada en general.

Pena me dio escuchar estas quejas.

Pero tampoco me conmovió sobremanera si pienso en la dramática situación del artista productor contemporáneo, al que se le presupone, no sólo el talento y la creatividad sino también: el encuentro del tiempo necesario para producir su obra (aunque provenga de las horas de su descanso vital) y los medios económicos suficientes para cubrir no sólo sus necesidades primarias, sino también los costes del material para su trabajo.

Pobres los comisarios, que ven mermadas sus libertades de expresión y selección… pero al menos ellos cobran por su labor curatorial.

En cambio, a  los artistas no se les paga por exponer.

Lo único que les queda, amparados en la esperanza de que alguna galería de moda o institución se fije en ellos y les compre obra, es esperar.

Ocuparse a diario en cualquier otro oficio para conseguir dinero y trabajar en su obra en sus horas de descanso y de ocio.

Asistimos a tiempos en que los valores de heroicidad de aquellos que apuestan por la autoprecarización ( los denominados “freelance”), que representan la resistencia intelectual de los que prefieren la libertad creativa y la inseguridad económica frente la sumisión a los dictados de las exigencias del mercado y de la clase política, se encuentran cada vez más difusos y desprestigiados.

A menudo me pregunto hasta qué punto este sistema es sostenible, cuánto tiempo puede aguantar en la lucha, sin percibir remuneración alguna, un artista “emergente” antes de mutar a “sumergido”, por no decir frustrado o desengañado.

Ante todo esto es fácil rendirse y claudicar.

Pero, recordemos que esto del arte es algo vocacional y elegido.

De dónde si no surge la expresión “por amor al arte”, cuando queremos referirnos a algo que se realiza desinteresadamente…

Como dijo en su momento Picasso «La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando».


Trabajar, trabajar y no relajarse


Trabajar, trabajar y trabajar.

No relajarse, ni dejar de esforzarse ni autoexigirse jamás.

En palabras de A. Fernández Polanco:“ No todo vale, por ello la mirada entrenada es capaz de apreciar el momento en que las obras de algunos artistas caen en la banalización de sus poéticas prístinas. En huecos manierismos y fórmulas que se repiten.”

Si el mercado es un obstáculo, habrá que buscar la forma de solventarlo, por ejemplo tratando de compaginar lo artístico con lo comercial, por supuesto no en el plano de lo conceptual, sino en cuanto a formatos a los que se pueda dar salida más fácilmente y a técnicas menos costosas.

Y ya en última instancia, si el apoyo institucional es sólo para unos pocos o inexistente, y para no perder la costumbre: siempre nos queda emigrar.

 

Erika Pardo Skoug

Fotos cedidas por Erika Pardo. Descarga este artículo en PDF

Erika Pardo SkougAcerca de Erika Pardo Stoug, autora de este artículo:

Graduada en Bellas Artes y con un Master en gestión cultural en la Universidad de Málaga.
Se dedica completamente al arte en varias disciplinas, desde pintura y fotografía hasta video y arte electrónico.
Le encanta todo tipo de creatividad y por eso, en octubre de 2014, creó su propia empresa ( Trehundrafemti Design ) en diseño web y gráfico. Como artista, está completamente convencida de que el arte debe ser testigo de su tiempo y es, por eso, que todo lo que crea está basado en sus propias experiencias.

http://www.erikapardoskoug.com

COVID-19: Un futuro incierto para el artista

COVID-19: Un futuro incierto para el artista

COVID-19:
 Un futuro incierto para el artista

Los miles de fallecidos a causa del COVID-19 es la evidencia más lamentable de una situación sanitaria muy grave que requiere todos los recursos disponibles para poderla superar.

Evitar más víctimas y superar la pandemia lo antes posible es en estos momentos la prioridad que tienen los gobiernos y para conseguirlo deben tomar todas las medidas que estén a su alcance.

A consecuencia del confinamiento se ha paralizado la actividad laboral ocasionando la caída de la  economía internacional y de los mercados más vulnerables.


El virus provoca una crisis mundial


Los analistas financieros  pronostican que las consecuencias de esta crisis afectarán profundamente a la economía mundial, trastocando a la producción, creando problemas en la cadena de suministros y con un impacto  directo en las empresas y los mercados financieros.

En todo este contexto de incertidumbre, los gobiernos han tomado medidas para paliar estos daños socio-económicos, pero son poco relevantes las que se refieren para subsanar el quebranto que sufre  el sector cultural y artístico.

Para los artistas en general, esta crisis ha provocado la paralización de su actividad profesional provocando para la mayoría  una situación de precariedad que difícilmente se podrá superar cuando se levante la cuarentena, porque los artistas ricos o subvencionados que podrán subsistir son una minoría.

Para Manuel Borja Villel, director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, “esta crisis patea el complicado puzle de nuestro programa de exposiciones, pero también va a cambiar nuestra percepción del mundo y, con ella, la creación contemporánea”.


El artista: ¿Un excéntrico marginal o un privilegiado?


Ante la obligación de cubrir necesidades básicas, el arte quedará relegado en la demanda, porque socialmente  se le considera un bien de lujo y al artista profesionalmente no se le valora, sino que se le considera un excéntrico marginal o, en el mejor de los casos, un privilegiado.

Aunque algunos artistas se ven obligados a alternar su creatividad con ocupaciones laborales vinculadas con su vocación, como puede ser la docencia, para muchos  es la obra que crean su trabajo principal y su único medio de vida.

En esta situación de pandemia se ha suspendido la programación de exposiciones, cursos, talleres, residencias, proyectos y todo tipo de actividades artístico-culturales.

En alguna medida, cada artista está viendo afectada la venta directa de sus obras, cancelados los encargos, trabajos de restauración, anuladas subvenciones públicas o programacioines previstas, ocasionando esta inactividad la pérdida de todas sus fuentes de ingresos agravando una situación de precariedad en muchos casos.


Daños irreversibles que habrá que superar


La posibilidad de mantenerse y superar esta situación de crisis que ha provocado el COVID-19 dependerá de lo que se tarde en superar la pandemia, pero los daños materiales serán irreversibles  y muchas de las programaciones que se han aplazado o cancelado difícilmente podrán celebrarse.

Tanto los que lo crean como los que lo gestionan tendrán que reinventar al sector del arte, porque su campo de juego dentro de unos meses no será el mismo que había antes del coronavirus.

En lo que se refiere a la economía en general, como señala, Carlos Cuatrecasas, socio de Estrategia de KPMG,  “el impacto del coronavirus en la economía no solo afectará negativamente en el corto plazo a las empresas con una reducción parcial o total de su actividad, sino que cambiará el comportamiento de los consumidores y mercado a medio plazo, obligando a las empresas a reinventar sus productos y servicios adaptándolos a una nueva realidad, que comportará cambios profundos en las entidades que deben diseñar y planificar con urgencia para estar preparados”, explica.

La realidad es que, a medio y corto plazo, se ha paralizado la actividad y no todos los artistas disponen de un colchón económico que les permita sobrevivir en un sector profesional donde nunca han existido los sueldos fijos.


 García: «El impacto psicológico va a ser muy fuerte»


Dora García, artista de performance y audiovisual, en una entrevista publicada en El País, considera que “esta es una situación muy dura sobre todo si no tienes otra fuente de ingresos más que las exposiciones”, apunta la vallisoletana, que también trabaja como docente. “Por eso, para mí no es tanto drama”, asegura.

Pero ese no es el caso de muchos otros artistas.

Su enfoque creativo, cree García, será una de las facetas que más se verá trastocada por este parón en seco de las rutinas del día a día.

Aunque no será la única: “El impacto psicológico va a ser muy fuerte, lo que pasa que aún no nos damos cuenta. Las exposiciones se están cancelando hasta dentro de un año, por lo que la recuperación del ritmo va a ser muy dura”, afirma la creadora, antes de mostrar su preocupación por la situación en la que quedarán muchos artistas. Y no solo ellos: “Después de todo esto, ¿van a sobrevivir las galerías?”.


 ¿Van a sobrevivir las galerías y los artistas?


Silvia Fauder, fundadora y directora de la galería barcelonesa ProjecteSD , tiene sus dudas de como será la gestión de las galerías después del coronavirus:  «Sin artistas no hay arte ni exposiciones en ningún lugar y sin coleccionismo, pues ya no os digo».

Gauder reconoce en una entrevista publicada en Arteinformado, que “sin exposiciones abiertas al público, sin presentaciones de colecciones, sin viajes con sentido, sin montadores, transportes, y demás, nuestro trabajo se va a deformar y se convertirá en otra cosa. Y creo que nadie, o muy pocos, saben cómo será esta otra cosa. Hay que reflexionar sobre muchos, muchos temas y al menos aprovechar esta durísima situación para despojarnos de lo superfluo que la globalización nos ha traído.Hay que pensar mucho y aún así, ver si logramos vencer estos tiempos tan malos y espero que muy pronto sin el coronavirus.”


Después del COVID-19 el mundo será diferente


La realidad es que la crisis del COVID-19 puede ser mucho más duradera de lo que los inversores desearían y que el agujero económico será mucho más profundo.

 “Lo que está ocurriendo es, sin duda, un shock externo para el que ni organismos, gobiernos ni empresas estábamos preparados”, afirma Miguel Jiménez, gestor Renta 4, quien observa que las noticias empresariales y económicas a corto plazo van a ser muy malas, tal y como hemos visto en China con el peor dato en los últimos 50 años. Por otra parte, los mercados financieros han sufrido caídas de casi el 40% en el caso europeo, lo que históricamente coloca esta crisis en una de las peores sufridas jamás”.

La realidad es que después del COVID-19 el mundo será diferente y habrá que saber acomodarse a la nueva situación económica y social que nos encontremos con o sin ayuda de las administraciones públicas.

Al margen de las medidas de choque que, en algún momento, tendrán que tomar las administraciones, conviene que tú, como artista, te muevas e indages  para encontrar nuevas alternativas a los canales de comercialización que hasta ahora han sido los habituales.

No esperes a que te solucionen tu problema y no te cruces de brazos, porque el arte es necesario para la sociedad, aunque algunos no lo consideren prioritario.

Estamos en una realidad compleja y aunque los tiempos que se avecinan no serán fáciles de superar, no permitas que te superen.


Actividades mientras dure la cuarentena


Aunque ahora esté el mercado paralizado, sigue activo con tu trabajo mientras dure la cuarentena y atiende  más a tu lista de correo.

Mantén un mensaje optimista e informa de todas tus actividades y el desarrollo de nuevos trabajos, para que tu clientela sepa que sigues activo.

Publica tu arte en las Redes Sociales con más frecuencia y dedica tiempo  a crear vídeos sobre el proceso de trabajo o utilízalos como galería virtual de tu obra.

Ofrece clases técnicas online  de tu especialidad, porque siempre habrá quien agradecerá tu aportación.

Mantén tu producción ahora en un nivel alto para cuando se supere la crisis poderle dedicar más tiempo a la promoción y venta de tu obra.

¿Tienes alguna idea o practicas alguna actividad artística que puede ayudar a tus colegas para promocionar y comercializar su trabajo?

En estos momentos difíciles, comparte tu experiencia y hazlo participando en los comentarios.

firma

CULTURA O BARBARIE


 Carta abierta al Ministro de Cultura y a los responsables autonómicos y municipales de las administraciones públicas de la cultura en España.


Un centenar de creadores galardonados con algún premio nacional y secundando la iniciativa de Cibrán Sierra, del Cuarteto Quiroga, han alzado la voz de manera conjunta en una carta abierta a los responsables políticos de las administraciones públicas con competencias en materia de cultura” exigiendo medidas específicas más ambiciosas para paliar la crisis que el sector ya está padeciendo y que continuará una vez levantado el Estado de Alarma.

En la carta se define el sector cultural como “frágil y desprotegido, cuyos eslabones más débiles –sus pequeñas empresas sin asalariados y sus trabajadores intermitentes, sin salario fijo, sin contrato estable y huérfanos de un marco legal que contemple las especificidades de su actividad en los ámbitos laboral, tributario y de protección social– miran al futuro con una inseguridad aterradora, preguntándose cómo van a subsistir”.

  • Curiosamente entre los firmantes no figura níngún Premio Nacional de Cultura en las áreas de Bellas Artes, Patrimonio Histórico o Industrias Culturales.

Texto completo de la carta

MESA SECTORIAL DEL ARTE CONTEMPORÁNEO


-Análisis de la situación actual-

Ante la grave y alarmante situación sobrevenida por la pandemia del Covid-19, la Mesa Sectorial del Arte Contemporáneo anuncia la gravísima repercusión que prevé que tendrá a medio y largo plazo para el sector profesional de las Artes Visuales

Tras el inicio de las medidas de seguridad contra el Covid-19, el pasado 11 de marzo, este sector vive una situación de parálisis por la cancelación de la mayor parte de su actividad profesional: se han cancelado las exposiciones en galerías, museos y centros de arte, y en los espacios culturales de embajadas y centros Cervantes, tanto a nivel nacional, como internacional, así como cursos, talleres y otras actividades culturales.

Además, muchos profesionales han visto interrumpidos o cancelados sus proyectos de creación, comisariado o investigación, perdiendo todos sus ingresos partiendo de una situación ya de por sí de una gran precariedad.

Las asociaciones integrantes de esta plataforma en defensa del arte contemporáneo, han puesto en común los datos recabados entre sus asociados y que arrojan cifras alarmantes:

  • En términos generales, el impacto económicoque se le supone a la actividad del sector de las artes visuales durante la crisis del COVID-19 se sitúa en dos grandes grupos:
  • Para el 67,7% las pérdidas en términos económicos se sitúan entre los 20.000,00 y 50.000,00 €, pero existe un grupo del 21,6% para quienes éstas superan los 50.000,00 €, siendo mayoritariamente este grupo, en un 52,2%, el de las galerías de arte, seguido por un 34,8% de gestores culturales.
  • La impresión general de las personas encuestadas sobre la actual coyuntura es mayoritariamente crítica, llegando al 94,6%quienes consideran que esta situación de crisis puede tener  consecuencias graves más allá del medio plazo en su actividad profesional y en nuestro sector.
  • Las galerías de arterefieren pérdidas medias estimadas en un 51,36% y hablan de la situación como de un “tsunami para el mercado  del arte contemporáneo español”.
  • Muchas contemplan la posibilidad de llegar a reducir personal y verse obligadas a realizar despidos, si no se consensuan medidas que ayuden a paliar la situación en las próximas semanas.
  • El 25% de los artistasha sufrido pérdidas de entre 500 y 15.000 €, el 33’8% de entre 15.000 y 25.000€, el 27’5 % de entre 25.000 y 50.000 y el 3’8% restante más de 50.000€.
  • Estos datos muestran cómo en muy poco tiempo las pérdidas han sido muy cuantiosas, lo que prevé un notable crecimiento durante las próximas semanas y, sobre todo, dificultades para la recuperación de las personas afectadas a medio y largo plazo.
  • Esta situación todavía se empeora más en el caso de las mujeres, que en contextos de crisis resultan más perjudicadas por las situaciones de desigualdad, las peores condiciones laborales y el extra que suponen los cuidados familiares.

La Mesa Sectorial ha dirigido una carta al Ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, en la que recalca que “lo creativo y lo artístico están unidos a lo económico. Somos un sector que dinamiza la economía, somos generadores de empleo y motor turístico. Mantener la actividad en el arte es una exigencia primordial y estratégica para España.”

Y reclama la adopción de medidas inmediatas para impedir el colapso de un sector especialmente vulnerable y su inclusión entre los sectores directamente afectados, al estar integrado mayoritariamente por personas que trabajan de manera autónoma y/o empresarios, entre otras:

  • Suspensión de las cuotas de autónomos y adaptación de la fiscalidad a la urgencia de la situación.
  • Bonificaciones en las cuotas de seguridad social de trabajadores asalariados.
  • Acceso a ayudas a fondo perdido y a créditos blandos
  • Regular el 1,5% cultural para encargos de arte contemporáneo.
  • Subvención a los pagos de alquileres de los estudios de artistas.
  • Garantizar las liquidaciones de los pagos pendientes por parte de las instituciones.
  • Ayudas a las publicaciones de arte y revistas digitales.
  • Desarrollar políticas de compensación de gastos ocasionados por las anulaciones de los encargos, con un pago total o parcial de cualquier actividad comprometida y/o anunciada públicamente, incluso aunque el trámite administrativo de contratación no hubiese finalizado.

En ella, además, se solicita no reducir aún más los exiguos presupuestos de los museos y centros de arte contemporáneo mermados brutalmente por la crisis económica y que se les compense ante la pérdida de ingresos por el cierre decretado por las autoridades y por la crisis económica vinculada.

Y de destaca que los museos no solo custodian el patrimonio y lo dan a conocer sino que también son estructuras fundamentales para la educación, la difusión y la investigación.

Y finalmente piden que se dedique un fondo específico para apoyar al sector, siguiendo el ejemplo de otros países europeos, como Alemania y Francia.

La cultura, y como parte de ella las artes visuales, y en concreto la creación contemporánea, son un bien fundamental y necesario, estrechamente ligado a la educación, la democracia, la igualdad y al estado de bienestar, además de generar imaginarios colectivos que parten de la memoria y el patrimonio, con reflexión del presente y visión de futuro.

Por ello, no dejamos de pedir, y ahora con más insistencia, que desde las instituciones se reconozca el valor que tiene y se actué en consecuencia.

-Texto completo de la carta enviada al Ministro de Cultura


La Mesa Sectorial del Arte Contemporáneo es una plataforma que integra a las principales asociaciones profesionales de ámbito estatal del sector del arte contemporáneo:

– Asociación de Directores de Arte Contemporáneo de España (ADACE)
– Consorcio de Galerías de Arte Contemporáneo.
– Federación Estatal de Asociaciones de Gestores Culturales (FEAGC).
– Instituto de Arte Contemporáneo (IAC).
– Mujeres en las Artes Visuales (MAV).
– Unión de Asociaciones de Artistas Contemporáneos de España (Unión_AC).


Contacto: Marta Crespo. Mesa Sectorial del Arte Contemporáneo.
Tel. 654 010 789 / info@mesasectorialartecontemporaneo.es

 

Fotos de cabecera de Donna Adi, Maria Mia y Melissa Amann
(The Covid Art Museum (CAM), en instagram @CovidArtMuseum )

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Certificado de Autenticidad:¿Para qué sirve?

Certificado de Autenticidad:¿Para qué sirve?

Certificado de Autenticidad:
¿Para qué sirve?

El Certificado de Autenticidad, en principio, no es un documento obligatorio y no existe ninguna norma o regulación que exija su existencia, pero es una formalidad que beneficia la venta y una buena práctica que todo autor debería adjuntar a su producción.

Certificar la obra es una prioridad que debes tener en cuenta, dotando a cada una de tus creaciones del correspondiente documento.

La documentación que acompaña a una obra de arte en el mercado secundario es primordial para garantizar su autenticidad, conocer su trazabilidad y facilitar su venta.

Son transacciones que en su mayoría se realizan cuando el artista ha fallecido y, en consecuencia, no se puede contar con su participación para certificar su autoría.

En el mercado primario no todas las ventas se acompañan de la correspondiente documentación que avalen su legitimidad, por lo que es imprescindible que el artista facilite la pertinente certificación con las características de la obra para subsanar esta laguna en la comercialización del arte.

Garantías que aporta un Certificado de Autenticidad


El certificado es un aval que da fe de la autenticidad de la obra, identificándose con los datos básicos que se facilitan en el mismo y por la participación del artista en su redacción y firma.

En lo que se refiere a la obra gráfica y de edición,  es normal adjuntar con cada ejemplar de la colección documentación en la que figuran  la ficha técnica y de catálogo, certificado de edición y de autenticidad.

Esta práctica también debe aplicarse a la pieza única, dotándola de valor y legalidad con la incorporación de información respecto a la realización, conceptualidad y técnicas empleadas en su ejecución.


Formatos más comunes de certificaciones


Tanto si trata de una obra de pintura, escultura, fotografía u obra gráfica, el Certificado de Autenticidad debe reflejar datos básicos como título, autor, medidas, fecha de realización, número de la edición (si es obra seriada), soporte o materiales, siendo su autor el sujeto más cualificado para poderlo autentificar.

Para empezar, el artista deberá elegir el formato con el que quiere hacer su certificación, ya que no existe un patrón común por el que deba regirse.

Los formatos más comunes en el mercado del arte suelen ser de tipo documento, pegatina o sello.

Documento: Se adjunta a la obra como documentación independiente con una información más extensa y detallada de sus características, pudiendo estar redactado expresamente para cada pieza o recurrir a un formato estándar que se rellena en cada ocasión.

– Pegatina: Como su nombre indica, es una nota adhesiva que va pegada a la obra, con una descripción general de la misma. Tiene la ventaja de que al estar adherida siempre acompaña a la obra.

– Sello: se puede utilizar individualmente para rubricar e identificar la autoría de la obra, como para sellar la documentación que se adjunta.


¿Qué datos deben figurar en la documentación?


Una vez que te hayas decidido por el formato, debes redactar la certificación teniendo en cuenta los datos que deben figurar, según el tipo de creación de que se trate: obra única, edición múltiple o copia seriada.

En la inclusión de datos, puedes extenderte todo lo que creas conveniente y que consideres que aporta legitimidad a la obra, procurando no escatimar en apuntes que infravalore el documento por insuficiencia de datos.

A continuación, se te facilita una relación de los datos que pueden integrar el certificado:

  • OBRA:

– Descripción de la obra.

– Definir si se trata de obra única o múltiple.

– Título.

– Técnica artística.

– Materiales empleados en su realización.

– Peso (si es escultura o similar)

– Número de identificación, si ha sido registrada en alguna base de datos.

– Fecha y lugar de realización.

– Fotografía de la obra.

  • AUTOR:

– Nombre completo del autor.

– Nombre artístico (si utiliza seudónimo).

– Historial y trayectoria profesional (resumen).

– Datos de contacto.

– Firma autografiada.

  • OBRA MÚLTIPLE (añadir información específica):

– Número del ejemplar.

– Número del total de la edición.

– Número de Pruebas de Autor y de Estampación.

– Información sobre destrucción de la plancha.

– Fecha de edición.

– Datos de quienes han intervenido en editar colección.

Además de todos estos datos, también puede añadirse en la documentación referencias sobre la obra de carácter bibliográficos (si los tiene), información sobre los derechos de autor que le asistan o detalles de mantenimiento si son necesarios para su conservación.


Expertos autorizados para certificar


En el supuesto de que no tengas costumbre de dotar a tu producción artística (pintura, escultura, fotografía u obra gráfica) con la pertinente documentación que la legitime para el mercado del arte, cuando se requiera la autenticación de alguna de tus obras habrá que recurrir a expertos autorizados como son los peritos de arte y subastas.

Teniendo en cuenta que no es lo mismo certificar la autoría que valorar su precio de mercado, también pueden intervenir en la recopilación de datos para una certificación instituciones (museos o fundaciones), historiadores, familiares del artista, críticos o galerías que hayan trabajado con el artista a peritar.

Cuando el artista es de renombre y ha fallecido, existen fundaciones que administran su legado y autentifican la autoría de sus obras como es el caso, por ejemplo, del Comité Marc Chagall, la Fundación Gala-Salvador Dalí  o la Fundación Arte y Pensamiento Martín Chirino.

En ausencia de documentación,  el coleccionista debe exigir o reunir la máxima información de referencias de la obra que vaya a adquirir y conocer su trazabilidad dentro del mercado para poder tasar la obra y saber su valor actual.

Documentar correctamente las obras que pones en circulación en el mercado del arte significa facilitar la identificación de tu producción desde el primer momento y, si entra en el circuito del mercado secundario, en el futuro supone ahorrar dinero y esfuerzos en buscar datos que demuestren su autenticidad.

Además del Certificado de Autenticidad, también acredita la autoría y procedencia de una obra disponer de la correspondiente factura de compra, catálogos donde aparezca publicada o reseñas de prensa y critica que hagan alusión a la obra.


Servicios online de certificados y autoría


Existen hoy en día servicios online (Art Certificate) que te facilitan la redacción, materiales de impresión, depósito de certificación y seguridad (códigos QR) para emitir el certificado, con la finalidad de  hacer más difícil la posible falsificación y ofrecer mayores garantías al coleccionista (ver modelos de certificados).

Asimismo, para justificar la fecha de creación y ejercer tus derechos de autor para poder defenderte frente a plagios o falsificaciones existen organizaciones que atienden desde su sitio web las inscripciones de autoría como son Copyright France , Copyright  Depot , Blockchainyourip.com o  Mapreuve .

Como artista profesional, deberías tener toda tu producción documentada correctamente y el Certificado de Autenticidad es un documento imprescindible para legitimar tu obra en el mercado del arte.

No hacer este trámite significa perder credibilidad a la hora de comercializar tu trabajo, porque no existe ninguna legislación, respecto a quien corresponde la autoridad para emitir certificados o que información debe contener, al margen del artista o entidades que defiendan en exclusiva sus intereses.

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Como contactar con una galería es la interrogante que tiene en mente todo artista visual al inicio de su recorrido profesional.

La galería de arte es aún hoy en día el canal de distribución más adecuado para la comercialización y promoción del artista con que cuenta el mercado del arte.

Aunque la reciente crisis ha ocasionado el cierre de muchas de ellas o las ha obligado a replantearse su política de ventas, existen en España cerca de tres mil galerías  que mantienen las puertas abiertas al público con una oferta muy variada, aunque se reduce a unas 500 las que mantienen su actividad en el sector de las Bellas Artes.

Las galerías de primer nivel son una minoría


No obstante, las galerías punteras con relevancia a nivel nacional y proyección internacional se reducen a un 10% de las que se mantienen en activo con una oferta de arte contemporáneo.

Su volumen de negocio se centra en la gestión directa de la galería con los coleccionistas, ferias nacionales e internacionales y comercio electrónico.

Esta última opción de venta por internet, aunque está en auge, en la actualidad representa tan sólo un 7% del total de su negocio.

La forma de trabajar de las galerías difiere bastante de una a otra, en función de los objetivos en que se basa su negocio: bellas artes, artes decorativas o antigüedades.

Como artista contemporáneo que quieres hacerlo o te dedicas ya por completo a tu vocación creativa profesionalmente te interesan las galerías que trabajan en exclusiva o representando temporalmente a una selección de artistas.

Según afirma Clare McAndrew, en el informe “El mercado español del arte”, que desarrolló para la Fundación Arte y Mecenazgo: “Aunque todavía trabajan estrechamente con sus artistas, la exclusividad no es tan común en los últimos años y es significativo el número de galerías que  ahora promocionan de forma activa a sus artistas que trabajan con otras galerías con el fin de cultivar y promocionar sus carreras. “

“Muchos galeristas reconocieron, no obstante, que esto a menudo puede funcionar mejor cuando hay una galería principal dirigiendo la carrera de un artista, con otras personas que trabajen con él en distintos niveles secundarios, centrándose en exposiciones y ventas concretas. “

”Aunque que algunos galeristas afirmaron –sigue explicando McAndrew- que este enfoque de colaboración funcionaba muy bien, la falta de exclusividad se consideraba problemática para otros, sobre todo cuando se trataba del alto coste de inversión asociado a la promoción de algunos artistas. Si un artista está representado por más de una galería, puede surgir el “problema del polizón”, por el que una o más galerías reducen su inversión en costosas actividades de promoción , mientras se benefician de los esfuerzos realizados por otros.“


Intereses que determinan la actividad de las galerías


Aunque con matices en cada caso, el propietario o director de una galería de arte determina la línea expositiva que va a mantener su local en función de los siguientes intereses:

  • Conseguir prestigio y proyección internacional con los artistas que representan.
  • Centrarse en la rentabilidad económica de sus exposiciones y seleccionar la obra que van a exponer condicionados por la venta
  • Satisfacer su vocación coleccionista y amor por el arte exhibiendo y promocionando artistas que se identifican con sus preferencias personales.

Según el tipo de galería que visites ten muy en cuenta como identificarla y que fines persigue con su actividad expositiva.

Debes estar preparado para encajar la negativa de muchas galerías a exponer tu obra y ser paciente hasta encontrar  la que se entusiasme con tu trabajo y apueste por él.

En el fondo, la galería de arte es un negocio y no debes entender el rechazo como algo personal, sino que tu oferta no se acomoda a los gustos o prioridades del galerista.

Hay que entender que una galería celebra, como mucho, de 10 a 15 exhibiciones  al año, mientras recibe decenas de solicitudes para exponer.

Al programar su temporada cada galería tiene su método de trabajo y es una incógnita  saber qué es lo que les decide seleccionar un artista u otro.


¿Qué busca una galería  o un museo para exponer a un artista?


Como a la mayoría les promueve intereses  comerciales, plantéate las interrogantes que puede hacerse el galerista al elegir o rechazar a un artista:

  • ¿Qué trayectoria tiene y donde ha expuesto?
  • ¿Qué aceptación ha tenido en el mercado?
  • ¿Prestigia a la galería su trabajo?
  • ¿Es fácil de comercializar su obra?
  • Su historial es reducido, pero, la calidad artística, indiscutible.
  • Personalmente me gusta, pero ¿debo exponerlo?
  • ¿Sus precios son competitivos?

El proceso de selección que sigue un museo o una fundación es diferente al de una galería de arte.

Suelen  tener normas reglamentadas sujetas a cumplir con su finalidad museográfica y a las que el artista sabe a que atenerse para hacer su presentación o solicitud. (Ver artículo: “El camino para exponer en el Guggenheim”)

La revisión de las peticiones que tiene una entidad pública o privada suele llevarse a cabo dos o tres veces al año, encargándose de este cometido una dirección colegiada o comité de selección formado por profesionales y en base al proyecto divulgativo.

En las galerías, el proceso de selección es más directo, recayendo este procedimiento en la dirección que, normalmente, suele ser unipersonal, aunque esté asesorada previamente.

Ten en cuenta las siguientes consideraciones:

  • Cuando más prestigio tenga una galería filtrara más el proceso de selección para correr el mínimo riesgo.
  • La selección de un artista emergente es arriesgado para la galería y si decide apoyarlo es una inversión de tiempo y dinero que tiene que hacer a medio y largo plazo.
  • Las galerías de menor nivel o más comerciales asumen más fácilmente el riesgo de trabajar con nuevos artistas, ya que la única responsabilidad de su gestión se centra en la obra expuesta temporalmente.
  • La posibilidad de exponer en estas galerías suele ser después de una entrevista personal o de conocer el portfolio si es del agrado de la dirección.
  • Si la galería es de reciente creación y entras a formar parte de los artistas habituales con los que inicia su andadura, es muy posible que la relación permanezca en el tiempo, si hay buena sintonía entre ambas partes.

Decálogo para contactar con una galería


En la relación entre el galerista y el artista siempre ha prevalecido el poder de negociación que tiene el primero sobre el segundo, condicionando al artista en su decisión y derechos.

En realidad, los artistas necesitan a las galerías para mostrar su obra y poder comercializarla.

Por su parte, el galerista necesita al artista porque el trabajo de este es el origen de su negocio, actuando de puente entre el artista y el coleccionista.

Basándote en estos conocimientos, al contactar con una galería de arte debes tener en cuenta el siguiente decálogo:

  1. Antes de presentarte personalmente o de manera virtual en un espacio expositivo conoce  el tipo de exposiciones que celebra habitualmente.
  1. Frecuenta el espacio antes de ofertar nada, porque el mundo del arte es reducido en cualquier ciudad y todos se conocen.
  1. Es preferible mantener el primer contacto en persona, en lugar de enviar un email.(Pregunta directamente si quieren conocer tu obra y como prefieren hacerlo).
  1. No dudes en preguntar, porque el NO ya lo tienes asegurado si no lo haces.
  1. Basa tu solicitud en la coherencia de la línea expositiva de la galería y evita ofertarla a galerías con las que no te identificas.
  1. Presenta el dosier con la máxima coordinación de contenido y calidad fotográfica.
  1. Dispón de un portfolio online o web donde puedan encontrarte y conocer tu obra si lo desean. (Aunque la posibilidad de plagio te haga desistir, son más las ventajas de tener presencia online que carecer de ella).
  1. Presenta obras con las que te identifiques artísticamente y no muestres las que hayas podido hacer pensando solo en la venta.
  1. Suelen programar al menos con una temporada de antelación, por lo que tendrás tiempo en preparar a conciencia una exposición si te aceptan.
  1. Muestra tu trabajo con confianza e intercambia opiniones con los responsables de la galería.
  1. Puede que no les interese tu obra, pero, tal vez, te dirijan a alguien que si le interese o te propongan algún proyecto o colaboración.
  1. Mejor si existe la mediación de algún conocido, amigo en común o profesional, al menos para que acepten que les muestres tu obra.
  1. Si llegáis a algún acuerdo, no tengas reparo en solicitarlo por escrito.

Como dejar tu empleo para ser artista

Como dejar tu empleo para ser artista

Como dejar tu empleo
para ser artista

Posiblemente, desde hace tiempo estés pensando en que ya va siendo hora de tener un cambio radical en tu vida.

Tu empleo actual no te gusta o, simplemente, quieres trabajar en lo que realmente siempre ha sido tu anhelo: poder vivir de tu vocación artística.

¿Por qué no has hecho aún realidad tu sueño?

Seguramente, que es por miedo.

Principalmente, miedo a no tener un sueldo fijo a final de mes, ni vacaciones, ni seguridad social o jubilación.

El problema es dejar que ese miedo se convierta en un terror y en una ansiedad que te paralicen. 


No dejes que el miedo se apodere de ti


Tampoco el cambio significa ninguna garantía de éxito inmediato, sino que, por el contrario, serán ingresos irregulares, inseguridad  y miedo al fracaso.

Todos estos inconvenientes frenan tu capacidad de iniciativa y aplazas constantemente la decisión de llevar a cabo un cambio radical en tu vida.

Dejar de ser empleado para convertirte en un artista emprendedor es una decisión que requiere responsabilidad y tener plena conciencia del nuevo escenario laboral y económico en que te vas a encontrar.

No todas las personas están preparadas para asumir este cambio, porque son muchos los miedos que les hacen desistir.

Si el miedo se apodera de ti nunca darás este paso que puede ser tan importante en tu calidad de vida.

Por eso, es aconsejable hacerlo de manera que la transición sea progresiva y no de una forma drástica.


Planifica el cambio paralelamente a tu empleo


Antes de abandonar tu empleo trata de planificar e ir poniendo en práctica una serie de acciones que favorezcan la posibilidad de cambio, para que puedas emprender una nueva vida como artista autónomo y dedicado por completo a tu creatividad como única ocupación laboral.

Crea tu mismo las reglas que consideres que son necesarias para cimentar tu futuro y ponlas en práctica gradualmente y de forma paralela a tu actual empleo.

No obstante, a continuación te señalo unas pautas que pueden servirte de ejemplo como patrón a seguir y que puedes modificar según te interese para tu proyecto:

1. No seas radical. De momento, comparte el trabajo y tu ilusión de cambio. Dejar tu ocupación actual de una forma radical y empezar de nuevo a partir de cero puede ser muy estresante y difícil de solventarlo con éxito. Lo razonable es compaginar ambas cosas, mientras sigue una planificación para conseguir encauzar tu deseo de cambio.

2. Ten paciencia y no te desesperes. Todo tiene su momento y, aunque hoy día se vive en la cultura de la inmediatez, es aconsejable hacer las cosas a su debido tiempo. Aunque pienses que tu vida ahora no tiene sentido, tomar esta determinación requiere un tiempo de preparación y saber esperar el momento oportuno.

3. No procrastines. Debes empezar ya mismo y no cruzarte de brazos. No caigas en el error de pensar que tiene que ser  todo o nada. Si quieres vivir profesionalmente de tu vocación artística empieza a ocupar tu tiempo libre con actividades relacionadas con lo que es tu aspiración de cambio. Por poco que sea, ocúpate cada día con algo: lee, investiga, formate, practica.

4. Ocúpate en buscar soluciones.Debes ser tu quien ha de salir a buscar soluciones, porque nadie llamará a tu puerta para resolver todas tus dudas. No encontrarás respuestas satisfactorias al momento. Es cuestión de probar y errar hasta que vayas ajustando los aciertos a tus aspiraciones. Infórmate y, si es necesario, recurre a profesionales del sector que pueden ayudarte. Recuerda que “quien algo quiere, algo le cuesta”.

5. Analiza y valora la opinión de los demás. Aprovecha las oportunidades que se te presenten para conocer la opinión de los demás respecto a tu obra y encauzarla adecuadamente. Escucha a tus clientes potenciales para saber cuáles son sus preferencias y poder valorar las posibilidades que tienes de mercado con tu producción artística.

6. Marca la diferencia. En cualquier área laboral hay mucha competencia y es necesario ser consciente de que en el sector artístico no es diferente, sino incluso es más difícil salir adelante. El ámbito de comercialización es más reducido y si decides dedicarte por completo a tu creatividad debes asegurarte ciertas garantías de éxito. Potencia tus puntos fuertes para marcar la diferencia y potenciar tu estilo y sello personal.

7. Escoge tu nicho de mercado. En función del tipo de obra que realices, estudia el mercado del arte y descubre las posibilidades que tienes. Conviene empezar tu andadura con paso firme conociendo lo mejor posible el terreno donde te puedas desenvolver bien en el futuro.

8. Busca colaboración. Los comienzos son duros y antes de abandonar tu empleo busca las personas que podrían ayudarte y colaborar en los inicios de tu proyecto. La soledad con que tendrás que defender tu independencia emprendedora puede hacerte desistir, pero no arrojes nunca la toalla. Relaciónate con  gente que te infunda entusiasmo.

9. Ten mentalidad emprendedora. Si quieres emprender como artista tienes que pensar también como empresario, para no perder el tiempo y el dinero por desconocimiento del mercado y de las más elementales técnicas de marketing.

10. Soluciona el aspecto legal. Infórmate bien de cual va a ser tu situación legal respecto a las obligaciones que vas a tener con la Administración. Según enfoques tu actividad artística tendrás una fiscalidad u otra. Debes saber cual es la que más te favorece en cada momento. Por ejemplo, si te das de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos por primera vez puedes acogerte a la tarifa plana y beneficiarte de ella durante los dos primeros años.

11. Traza una hoja de ruta. Cuando estés decidido a dejar tu empleo para desarrollar tu carrera artística  procura haber trazado una hoja de ruta. Debes tener clara una estrategia para no dar palos de ciego y tener un plan con el que puedas minimizar los miedos que van aparecer con cualquier contratiempo que surja.

En cualquier caso, recuerda que estas reglas las deberás ir desarrollando a tiempo parcial mientras mantienes aún tu empleo para conseguir minimizar las dificultades que se pueden presentar en tu nuevo proyecto de vida.

jim rohn

“Trabaja medio tiempo en tu empleo y medio tiempo en tu sueño… cuando las ganancias de tu negocio de medio tiempo superen lo que ganas en tu empleo, llegó el momento de renunciar y dedicar tu tiempo completo a construir tu sueño”. 

  Jim Rohn


Sanea y pon en orden tu economía personal


En lo que se refiere a tu economía personal, debes ser consciente que será irregular porque al renunciar al trabajo fijo también lo haces a un sueldo seguro y estable.

El dinero es sin duda la principal razón por la que la mayoría no puede dejar un empleo.

Hay obligaciones económicas ineludibles como puede ser la hipoteca, el alquiler, o el colegio de los hijos.

¿Es ese el motivo que te impide dejar tu trabajo actual para poder ser artista las veinticuatro horas del día?

Si dispones de recursos económicos te será más fácil lograr la meta que te has propuesto, ya que habrás eliminado los obstáculos financieros.

Por el contrario, si tus ahorros son mínimos es aconsejable  rebajar al máximo los gastos con medidas como las siguientes:

1. Evita los gastos superfluos. Si tienes un empleo fijo tienes la seguridad de saber lo que vas a cobrar a final de mes y cuanto puedes gastar. Cuando trabajas por tu cuenta y los ingresos son irregulares se deben evitar los gastos innecesarios y poder hacer frente a los que son ineludibles. Hay que controlar la economía y al principio de tu independencia laboral tienes que ser consciente de lo que puedes o no gastar. Controla tu economía.

2. Un presupuesto realista. Tienes que esforzarte para realizar un presupuesto que contemple todas las prioridades y los gastos que te permitan tener un margen de flexibilidad. Debes ajustarte a él y no improvisar, porque no seguir una pauta preestablecida puede perjudicar tu proyecto, sobre todo al principio.

3. Nada de obligaciones económicas. Tener deudas fijas a largo plazo condicionan tu libertad de acción, además de crear tensión ante la inestabilidad económica que se tiene al emprender por tu cuenta. Si tienes hipotecas, préstamos o plazos fijos cada mes a los que tienes que hacer frente, no dejes el trabajo. Al menos, al principio compagina el empleo y ejerce tu vocación artística. En la medida que puedas, cancela todas las deudas o reducelas al máximo hasta que tengas unos ingresos regulares y que te garanticen poder hacer frente a estos pagos.

4. Consigue ahorrar. Los principios son difíciles en cualquier iniciativa que uno emprenda. Conviene tener ahorros a los que echar mano cuando la economía flojea o las cosas se tuercen. Disponer de un dinero con el que puedas hacer frente a los gastos durante los primeros meses es una garantía de seguridad y tranquilidad para poder volcarte al cien por cien en crear.

5. Ingresos alternativos. Mientras estás preparándote para dejar tu empleo y poder desarrollar tu proyecto como emprendedor, podría ayudarte si generas algún tipo de ingreso alternativo. Puedes tener presencia en algún marketplace de tu sector artístico o buscar trabajos online como freelancer. Sirve cualquier actividad laboral a tiempo parcial que puedas desempeñar mientras estés empleado y también cuando te hayas independizado, al menos al principio como una ayuda extra.

Analizadas las cuestiones que pueden facilitar tus inicios como artista emprendedor, es fundamental que pongas  en orden las bases de tu economía para que no signifique una carga difícil de soportar en los inicios de tu proyecto.

Renunciar a tu empleo es una decisión importante para la que debes evaluar los pros y los contras.

Para eso, debes ser sincero contigo mismo y cuestionarte todas las interrogantes que puedas imaginar, porque emprender no es para todo el mundo.

Si estás decidido a hacer realidad tu sueño,  empieza por encontrar respuesta a las siguientes preguntas:

  • ¿El cambio me va a hacer más feliz?
  • ¿ Qué haré si dejo mi trabajo y el proyecto va mal?
  • ¿ Estoy preparado para hacer frente a los problemas de emprender por mi cuenta?
  • ¿Cuánto tiempo pasará hasta que consiga beneficios?
  • ¿Tengo suficiente “colchón económico” para afrontar los gastos ineludibles durante seis meses o un año?
  • ¿He analizado correctamente los pros y los contras?
  • ¿Soy realista o tomo esta decisión basándome solo en mis deseos de cambio?
  • ¿Es el momento correcto para querer vivir exclusivamente de mi arte?

Según las estadísticas, más de un 60% de las personas empleadas están insatisfechas o descontentas con su trabajo actual.

Si este es tu caso y el motivo por el que quieres vivir profesionalmente de tu vocación, hazlo, pero sin precipitarte, sino tomando las medidas que hemos señalado anteriormente y dirigiendo cada día tus pasos a conseguir la vida que has soñado.

Posponer las aspiraciones que uno anhela promueve el dolor, la ansiedad y crea malestar.

Como señalo en el artículo “Miedos que paralizan al artista”, de los errores se aprende y con las dificultades que te encuentres en el camino te fortaleces.

Por temor al cambio no postergues tus sueños y menos renuncies a ellos.
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Foto de Gerd Altmann, de Pixabay . Descarga este artículo en PDF

Miedos que paralizan al  artista

Miedos que paralizan al artista

Controla los miedos
que te paralizan

Los miedos del artista son muy variados en el transcurso de su carrera y son su peor adversario cuando se enfrenta con la realidad de su creatividad, la promoción y la comercialización de su obra.

Pero…

No es uno solo;son muchos  y muy diversas las formas en que se manifiesta esta amenaza.

Según sea tu personalidad o situación social, como artista tendrás que lidiar con unos miedos o con otros, pero seguro que alguno te perturbará.

Todos los que tienen un trabajo creativo han experimentado alguna vez temor al iniciar o durante el proceso de un nuevo proyecto.

El miedo puede ser real o supuesto


El miedo es algo aprendido.

Se nos manifiesta como sensación desagradable provocada por la percepción de una amenaza real o supuesta, presente, futura o, incluso, que acarreamos del pasado.

A lo largo de tu vida el miedo siempre estará ahí y es importante aceptar cuanto antes que hay que convivir con él y aprender a dominarlo.

Para afrontarlo y evitar que te paralice o trastoque la realidad el primer paso es identificarlo para poder superarlo o desvanecer lo más posible.

Cuando decides ser artista lo más normal es tener grandes expectativas y lo único que deseas es que tu trabajo esté lo más relacionado posible con lo que te gusta hacer.

Después, llega la necesidad natural e inseparable de la creación artística y es que toda obra tenga como destinatario a un público determinado.

Y aquí, paralelamente unido a la ilusión de querer mostrar tu obra, aparece uno de los miedos más habituales que es el de exponerse al público y a la crítica.

Es normal tener dudas y es normal esperar la aprobación de los demás respecto a tu trabajo, porque has invertido en él mucho tiempo, dinero e ilusión.

Este es solo un botón de muestra de los muchos miedos que te embargan.

Como artista eres un ser sensible lleno de inquietudes, de sueños, de dudas, de aciertos y desaciertos, de búsquedas, de insatisfacciones, de éxitos y de fracasos.

Todos los días en cualquiera de tus procesos o estados de ánimo el temor está presente en algún momento porque forma parte intrínseca del proceso creativo.

Los miedos del artista pueden paralizar su creatividad


El único miedo que hay que temer es al que te pueda paralizar y que afecte directamente a tu productividad y comportamiento.

No tener miedo es algo insensato, porque el miedo es también un aviso para mantenernos en alerta.

Hay que superarlo y aprender a convivir con él, pero siempre conscientes de que podemos sobreponernos a su presencia en cualquier situación.

Cuando el miedo no es un peligro real para tu vida, significa una amenaza que te impide que puedas progresar, porque te paraliza como persona.

Trabaja para manejar tus temores y conseguirás más libertad para poderte desarrollar como artista:

  • Sé capaz de descubrir y reducir tus miedos. La mejor manera de superar algo es enfrentarse a ello.
  • Se auténtico. No permitas que limiten o hagan cambiar tus metas.
  • Ríete del fracaso. Emprende de nuevo y no te mueras sin vivir tus sueños.
  • Haz lo que sabes hacer. Por miedo no renuncies a nada.
  • Arriesga y no te paralices. Insiste con prueba-error, prueba-error, hasta que ganes.
  • Disfruta tus miedos. Empodérate y empieza a construir tu confianza. Aprender a convivir con esta emoción es esencial.

Miedos que te perturban


Ten presente que si decides ser artista y vivir de tu arte, desde el primer momento estará la sombra del miedo detrás de ti.

– ¿Ganaré para vivir?

– ¿Gustará mi obra?

– ¿Me habré equivocado?

– ¿Es el trabajo adecuado?

– ¿Sabré hacerlo?

– ¿Tendré éxito?…

… son preguntas que te formularás con frecuencia.

Piensa que, en primer lugar, será el entorno social o familiar más próximo a ti el que hará que sientas miedo a querer lograr tu sueño de intentar ser artista.

Conseguirás mejor su aprobación si estudias Administración de Empresas en lugar de Bellas Artes.

Las dos carreras serán igual de difíciles, pero la sociedad te considerará más sensato si escoges la primera.

Es el precio que hay que pagar si se quiere “ser alguien” de acuerdo a las pautas que marca el mundo actual.

No pierdas tu propia identidad por miedo “al qué dirán”, ni por complacer a los que imponen las normas, ni dejar de intentarlo por miedo al fracaso.

Por miedo no postergues tus sueños


De los errores se aprende y con las dificultades que te encuentres en el camino te fortaleces.

Por miedo no postergues tus sueños y menos renuncies a ellos.

Aprovecha tus propios miedos y reconviértelos a tu favor.

Cada persona es un mundo y su evolución requiere un tiempo y un espacio distinto.

Es posible que estés convencido que a ti no te embarga ningún temor y que nada de todo lo que se ha dicho hasta aquí va contigo.

Lo dudo, porque, en algún momento, seguro que te habrás identificado con alguna de las siguientes situaciones de miedo:

. . . al “lienzo en blanco”, que te bloquea y no sabes como avanzar.

. . . a la insatisfacción por lo que haces, que te provoca zozobra e incertidumbre.

. . . a gastar tiempo y dinero en ocuparte de un trabajo que no te convence.

. . . al fracaso, que te paraliza, que te provoca ansiedad y necesidad de aprobación externa.

. . . al éxito de otros artistas, por quererte comparar y por inseguridad te acompleja.

. . . a tu propio éxito, que se convierte en una presión constante sobre todo lo que haces.

. . . a hablar de tu obra, por considerar que no es apropiado hacerlo tú mismo.

. . . a vender tu trabajo, por cortedad en comercializar tu propia producción.

. . . a la crítica especializada y al público en general, por considerar que no puedas satisfacer sus expectativas.

. . . a triunfar y no saber administrar el éxito, porque te aleja de la realidad.

. . . a falsas expectativas, por no saber asumir que todas las obras que hagas no pueden estar al mismo nivel.

Cualquiera de estos miedos que se te pueden presentar en algún momento distorsionaran y condicionaran tu creatividad.

Recursos para dominar tus miedos


Debes estar preparado para saber lidiar con él, porque con miedo se piensa poco y se reacciona equivocadamente.

En la medida de tus posibilidades, actúa de manera positiva:

  • Huye de la improvisación y fortalece la confianza en ti mismo.
  • Acepta los consejos y críticas constructivas, pero sin desviarte de tu objetivo.
  • Disfruta y vibra emocionalmente con tu trabajo, convirtiéndolo en el principal motor de tu forma de vida.
  • Prepara a fondo los proyectos, no improvises y cuando los ejecutes hazlo con paso firme y seguro.
  • Trabaja con continuidad y evita los altibajos, porque no siempre hay que conseguir una obra definitiva.
  • Deja espacio en tu trabajo para ensayar nuevas técnicas, analizar lo que has hecho, disfrutar con lo que estás haciendo o jugar con la experimentación.
  • Cuida tu salud, porque ello favorecerá la predisposición a la hora de trabajar y enfrentarte a nuevos retos.
  • Aliméntate de forma saludable, haz ejercicio a diario, disfruta de un sueño reparador y de una mentalidad activa.
  • Busca la armonía y la belleza, no solo en tu obra, sino en todo lo que hagas y tu entorno: crea un ambiente agradable en tu estudio-taller, relaciónate con personas positivas y trata de ver el lado bueno de las situaciones complejas.
  • Eres una persona creativa y la libertad la llevas por bandera, por lo que aléjate del ritmo de vida actual que marca la sociedad siempre que puedas permitírtelo.
  • Reserva tiempo para leer, escuchar música, ver películas, conversar con los amigos, disfrutar de la familia, visita museos, exposiciones o talleres de otros artistas para conocer y aprender.

Pero, sobre todo, actúa dirigiendo tus pasos a conseguir la vida que has soñado.

Posponer las aspiraciones que uno anhela promueve el dolor, la ansiedad y crea malestar.

No pierdas ninguna oportunidad para avanzar en tu desarrollo personal y procura alcanzar la auténtica libertad con la gestión de tus miedos.

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Decálogo para contactar con una galería

Decálogo para contactar con una galería

Decálogo
para contactar con una galería
Como contactar con una galería es la interrogante que tiene en mente todo artista visual al inicio de su recorrido profesional.

La galería de arte es aún hoy en día el canal de distribución más adecuado para la comercialización y promoción del artista con que cuenta el mercado del arte.

Aunque la reciente crisis ha ocasionado el cierre de muchas de ellas o las ha obligado a replantearse su política de ventas, existen en España cerca de tres mil galerías  que mantienen las puertas abiertas al público con una oferta muy variada, aunque se reduce a unas 500 las que mantienen su actividad en el sector de las Bellas Artes.

Las galerías de primer nivel son una minoría


No obstante, las galerías punteras con relevancia a nivel nacional y proyección internacional se reducen a un 10% de las que se mantienen en activo con una oferta de arte contemporáneo.

Su volumen de negocio se centra en la gestión directa de la galería con los coleccionistas, ferias nacionales e internacionales y comercio electrónico.

Esta última opción de venta por internet, aunque está en auge, en la actualidad representa tan sólo un 7% del total de su negocio.

La forma de trabajar de las galerías difiere bastante de una a otra, en función de los objetivos en que se basa su negocio: bellas artes, artes decorativas o antigüedades.

Como artista contemporáneo que quieres hacerlo o te dedicas ya por completo a tu vocación creativa profesionalmente te interesan las galerías que trabajan en exclusiva o representando temporalmente a una selección de artistas.

Según afirma Clare McAndrew, en el informe “El mercado español del arte”, que desarrolló para la Fundación Arte y Mecenazgo: “Aunque todavía trabajan estrechamente con sus artistas, la exclusividad no es tan común en los últimos años y es significativo el número de galerías que  ahora promocionan de forma activa a sus artistas que trabajan con otras galerías con el fin de cultivar y promocionar sus carreras. “

“Muchos galeristas reconocieron, no obstante, que esto a menudo puede funcionar mejor cuando hay una galería principal dirigiendo la carrera de un artista, con otras personas que trabajen con él en distintos niveles secundarios, centrándose en exposiciones y ventas concretas. “

”Aunque que algunos galeristas afirmaron –sigue explicando McAndrew que este enfoque de colaboración funcionaba muy bien, la falta de exclusividad se consideraba problemática para otros, sobre todo cuando se trataba del alto coste de inversión asociado a la promoción de algunos artistas. Si un artista está representado por más de una galería, puede surgir el “problema del polizón”, por el que una o más galerías reducen su inversión en costosas actividades de promoción , mientras se benefician de los esfuerzos realizados por otros.“


Intereses que determinan la actividad de las galerías


Aunque con matices en cada caso, el propietario o director de una galería de arte determina la línea expositiva que va a mantener su local en función de los siguientes intereses:

  • Conseguir prestigio y proyección internacional con los artistas que representan.
  • Centrarse en la rentabilidad económica de sus exposiciones y seleccionar la obra que van a exponer condicionados por la venta
  • Satisfacer su vocación coleccionista y amor por el arte exhibiendo y promocionando artistas que se identifican con sus preferencias personales.

Según el tipo de galería que visites ten muy en cuenta como identificarla y que fines persigue con su actividad expositiva.

Debes estar preparado para encajar la negativa de muchas galerías a exponer tu obra y ser paciente hasta encontrar  la que se entusiasme con tu trabajo y apueste por él.

En el fondo, la galería de arte es un negocio y no debes entender el rechazo como algo personal, sino que tu oferta no se acomoda a los gustos o prioridades del galerista.

Hay que entender que una galería celebra, como mucho, de 10 a 15 exhibiciones  al año, mientras recibe decenas de solicitudes para exponer.

Al programar su temporada cada galería tiene su método de trabajo y es una incógnita  saber qué es lo que les decide seleccionar un artista u otro.


¿Qué busca una galería  o un museo para exponer a un artista?


Como a la mayoría les promueve intereses  comerciales, plantéate las interrogantes que puede hacerse el galerista al elegir o rechazar a un artista:

  • ¿Qué trayectoria tiene y donde ha expuesto?
  • ¿Qué aceptación ha tenido en el mercado?
  • ¿Prestigia a la galería su trabajo?
  • ¿Es fácil de comercializar su obra?
  • Su historial es reducido, pero, la calidad artística, indiscutible.
  • Personalmente me gusta, pero ¿debo exponerlo?
  • ¿Sus precios son competitivos?

El proceso de selección que sigue un museo o una fundación es diferente al de una galería de arte.

Suelen  tener normas reglamentadas sujetas a cumplir con su finalidad museográfica y a las que el artista sabe a que atenerse para hacer su presentación o solicitud. (Ver artículo: “El camino para exponer en el Guggenheim”)

La revisión de las peticiones que tiene una entidad pública o privada suele llevarse a cabo dos o tres veces al año, encargándose de este cometido una dirección colegiada o comité de selección formado por profesionales y en base al proyecto divulgativo.

En las galerías, el proceso de selección es más directo, recayendo este procedimiento en la dirección que, normalmente, suele ser unipersonal, aunque esté asesorada previamente.

Ten en cuenta las siguientes consideraciones:

  • Cuando más prestigio tenga una galería filtrara más el proceso de selección para correr el mínimo riesgo.
  • La selección de un artista emergente es arriesgado para la galería y si decide apoyarlo es una inversión de tiempo y dinero que tiene que hacer a medio y largo plazo.
  • Las galerías de menor nivel o más comerciales asumen más fácilmente el riesgo de trabajar con nuevos artistas, ya que la única responsabilidad de su gestión se centra en la obra expuesta temporalmente.
  • La posibilidad de exponer en estas galerías suele ser después de una entrevista personal o de conocer el portfolio si es del agrado de la dirección.
  • Si la galería es de reciente creación y entras a formar parte de los artistas habituales con los que inicia su andadura, es muy posible que la relación permanezca en el tiempo, si hay buena sintonía entre ambas partes.

Decálogo para contactar con una galería


En la relación entre el galerista y el artista siempre ha prevalecido el poder de negociación que tiene el primero sobre el segundo, condicionando al artista en su decisión y derechos.

En realidad, los artistas necesitan a las galerías para mostrar su obra y poder comercializarla.

Por su parte, el galerista necesita al artista porque el trabajo de este es el origen de su negocio, actuando de puente entre el artista y el coleccionista.

Basándote en estos conocimientos, al contactar con una galería de arte debes tener en cuenta el siguiente decálogo:

  1. Antes de presentarte personalmente o de manera virtual en un espacio expositivo conoce  el tipo de exposiciones que celebra habitualmente.
  1. Frecuenta el espacio antes de ofertar nada, porque el mundo del arte es reducido en cualquier ciudad y todos se conocen.
  1. Es preferible mantener el primer contacto en persona, en lugar de enviar un email.(Pregunta directamente si quieren conocer tu obra y como prefieren hacerlo).
  1. No dudes en preguntar, porque el NO ya lo tienes asegurado si no lo haces.
  1. Basa tu solicitud en la coherencia de la línea expositiva de la galería y evita ofertarla a galerías con las que no te identificas.
  1. Presenta el dosier con la máxima coordinación de contenido y calidad fotográfica.
  1. Dispón de un portfolio online o web donde puedan encontrarte y conocer tu obra si lo desean. (Aunque la posibilidad de plagio te haga desistir, son más las ventajas de tener presencia online que carecer de ella).
  1. Presenta obras con las que te identifiques artísticamente y no muestres las que hayas podido hacer pensando solo en la venta.
  1. Suelen programar al menos con una temporada de antelación, por lo que tendrás tiempo en preparar a conciencia una exposición si te aceptan.
  1. Muestra tu trabajo con confianza e intercambia opiniones con los responsables de la galería.
  1. Puede que no les interese tu obra, pero, tal vez, te dirijan a alguien que si le interese o te propongan algún proyecto o colaboración.
  1. Mejor si existe la mediación de algún conocido, amigo en común o profesional, al menos para que acepten que les muestres tu obra.
  1. Si llegáis a algún acuerdo, no tengas reparo en solicitarlo por escrito.

Imprescindible
la colaboración entre la galeria y el artista


Los galeristas suelen indagar continuamente en el mercado del arte buscando nuevos valores o firmas consolidadas con los que puedan trabajar.

No obstante, todas las galerías reciben numerosas propuestas de artistas que quieren exponer.

Por ser más cómodo por parte del artista, el contacto más inmediato y utilizado suele ser por email.

En la respuesta, cada galería actúa según su criterio: hay quien responde amablemente  agradeciendo el envío del dossier, otras con el envío de un escueto email con el que que contestan que si en un futuro es de su interés ya se pondrán en contacto, otras ni se molestan en contestar y algunas, simplemente, no aceptan el envío de portfolios o dosieres.

Si el contacto se hace personalmente también hay que reconocer que a algunas galerías no les gusta,  porque no quieren mantener ninguna cita que pueda acarrearles algún compromiso o perder el tiempo atendiendo propuestas que, en principio, no les interesan.

Cada galería puede estar en una situación distinta, igual que cada artista se comportará de una forma u otra según sea su personalidad, pero no queda más remedio que ambas partes se relacionen porque son pilares fundamentales del mercado del arte.

¿Cuál ha sido tu experiencia al contactar con nuevas galerías?

Hazme llegar tu opinión y comparte en los comentarios que hay a continuación.

firma

Ejemplo de
como regula una galería 
la recepción de dosieres

Cada galería tiene sus reglas y algunas han decidido publicarlas para conocimiento de los artistas.

En lo que se refiere a La Fresh Gallery, ha redactado una serie de indicaciones válidas para los artistas que deseen presentarles su obra.

Según explican en su página web “durante los últimos años hemos ido recibiendo una gran cantidad de visitas de artistas que desean mostrar su trabajo en la galería, y lamentablemente hemos llegado a una situación de saturación en la consulta de todos esos proyectos”.

Por tanto, solo atienden proyectos que reúnan todas y cada una de las características que enumeran en este enlace:

De interés para los artistas que deseáis contactar con La Fresh Gallery

Terminan la relación de condiciones  para aceptar dosieres deseando que los artistas comprendan su situación, porque “la galería es todavía muy joven y no dispone de todos los recursos necesarios para poder gestionar tanta información”.

Fotos de Federico Passi on Unsplash . Descarga este artículo en PDF