(II)
En esta segunda entrega de la entrevista que he mantenido con Marnay, el pintor cántabro hace un recorrido por el mundo del arte, sus integrantes y cómo influyen las nuevas tecnologías en la promoción y comercialización del arte.
Hace especial hincapié en diferenciar lo que es el arte y lo que significa su comercialización, manifestando que “aquí entran otros valores comerciales y de mercadotecnia, y en la mayoría de los casos fuera del alcance de todo artista.”
En lo que se refiere al panorama artístico actual, afirma que hay “mucho arte, muy manejado por cuatro y no siempre lo mejor.”
Reconoce que hay que adaptarse a los nuevos tiempos y saber aprovechar las ventajas que ofrece internet como mercado global, porque, hoy en día, “si no tienes presencia en la Red, no eres nadie.”
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– El arte nos diferencia de la irracionalidad, pero ¿también dentro del arte hay mucho disparate?
Sin duda, es insostenible, una ofensa para el arte que unas heces en un tarro lo consideren una obra de arte. Qué ciertas instalaciones o arte conceptual, por poner un ejemplo sea digno de considerase como tal. Es muy frecuente en el día de hoy en Bienales o Ferias de Arte, qué simplemente llamando la atención (pero da resultados) se hable más de uno que de su obra.
– ¿Cómo ves el panorama artístico en España?
Mucho arte, muy manejado por cuatro y no siempre lo mejor.
-Y ¿el arte como oficio de pleno derecho?
El oficio es parte fundamental de cualquier obra bien construida, pero siempre teniendo la creatividad presente.
– ¿Es la crisis una excusa o es una realidad para el aletargamiento artístico que se respira hoy día?
Si hablamos de crisis económica y parte fundamental para sustentar de una u otra forma el Arte, nunca ha habido tantos artistas y buenos como en el panorama actual, otra cosa es, -creo- el pobre concepto del Arte en el que impera “Todo vale”. Eso es sin duda, no un aletargamiento sino una aberración y una decadencia.
– ¿Es el artista, en muchas ocasiones, individualista, envidioso y soberbio o, por el contrario, comparte su experiencia y reconoce el trabajo de los demás?
Lamentablemente hay mucho de lo primero.
– El mundo del arte es caprichoso, subjetivo y no dispone de una normativa aceptada universalmente por la que regirse. Si descartamos a las pocas firmas por las que se han pagado cifras millonarias y nos ocupamos del 95% de los artistas que quieren vivir de su arte ¿qué pautas deben seguir para desarrollar acertadamente su trabajo y poder vivir dignamente de él?
El mundo del arte no solamente es caprichoso y subjetivo sino manipulado. Una cosa es el arte y otra la comercialización del arte. Aquí entran otros valores comerciales y de mercadotecnia, marketing y demás y en la mayoría de los casos fuera del alcance de todo artista. Lo lamentable es que vengan ricos de dudoso criterio artístico, cultura y sensibilidad a poner unas cifras que solo forman parte de un mercado sustanciado y manipulado por unos pocos.
En cuanto a la segunda parte,
¿qué pautas deben seguir para desarrollar acertadamente su trabajo y poder vivir dignamente de él?
Mi criterio es simplemente buscarse circuitos independientes, libres de “comerciantes” del arte.
Personalmente he procurado mantenerme con ese planteamiento, lo más alejado posible.
– ¿Es la especulación del mercado una acción hostil para la consolidación del artista o, más bien, le beneficia?
La valoración subjetiva del arte hace que puedas valorarlo en lo que consideras deban pagarte por ello. No siendo esto -por otra parte- aleatorio, sino que evidentemente forma parte de un mercado.
Si eres capaz de llegar a que te paguen lo que tú valoras tu arte, eres un afortunado. Otra cosa, es lo que te paguen en función de lo que alguien dice que aquello vale. Allá el que lo pague.
Tengo muy presente una conversación en un mercado rural, -al que asistí muy expectante -, entre dos ganaderos en la compra-venta de unas cabras. Uno de ellos, el interesado comprador, le pregunto al que vendía: ¿Cuánto vale para tí la cabra?, dicha la cantidad él mismo, le contestó: para mí ………
Felizmente para ambos, dándose la mano llegaron a un acuerdo. Importantísimo eso de ¿Cuánto vale para tí?. Llegando a la conclusión personal, desde hace tiempo, de que las cosas valen lo que te pagan por ellas.
“El arte es imprescindible para la especie humana, todo aquello que engrandezca el espíritu es fundamental y necesario. Indudablemente lo peor es la parafernalia montada alrededor del mismo.”
– ¿Qué opinión tienes de los críticos de arte? ¿Es necesaria su interpretación de la obra? ¿Hacen una crítica acertada o se limitan a florituras del lenguaje?
Como exjugador profesional (que también) de futbol, siempre pensé que el árbitro era aquel que deseando jugar al futbol y no teniendo cualidades para ello, se dedicaba a arbitrar.
Si bien una obra puedes conocerla mejor –sin duda- desde el conocimiento, la mayoría de los casos de la crítica escrita son florituras del lenguaje de alguien que se supone culto artísticamente, conocedor del tema, siempre desde un criterio personal y a veces, o con frecuencia influenciador.
– ¿Las galerías se están quedando desfasadas en la promoción y comercialización del arte o siguen siendo imprescindibles?
De alguna forma la obra tiene y debe estar expuesta en un lugar para su contemplación y, en su caso, venta. Cuando la economía va bien, ellos hacen su negocio, -conozco al galerista que ha pasado de vender joyas a vender cuadros como podía ponerse a vender pisos- contando con un listado de compradores, snob, ricos o dispuestos en definitiva a comprar arte y no digamos aquellos galeristas próximos a organismos oficiales.
En todo caso, la mayoría de las veces coyunturales.
Si un pintor cree en su obra, se buscará los circuitos adecuados para llegar a tal fin, si pretende poner su obra en manos, contemplación o disfrute de otros.
– ¿Cómo debería ser la relación ideal de un artista con la galería?
Siempre y en todo caso desde la mutua confianza. Si los dos trabajos están valorados por ambos, sin exprimir injustamente basándose en la necesidad del otro, y en este caso, siempre pienso en el galerísta, es un tándem que puede funcionar.
– ¿Lo mejor y lo peor dentro del mundo del arte?
El arte es imprescindible para la especie humana, todo aquello que engrandezca el espíritu es fundamental y necesario. Indudablemente lo peor es la parafernalia montada alrededor del mismo.
– ¿Para qué crees que sirve el arte a la sociedad?
Para enaltecer al ser humano, para enriquecer al hombre, para engrandecer su espíritu, y como dirían las feministas y algún tonto del culo, ¡también a la mujer! (indudablemente, faltaría más).
“Varian los formatos, varian los puntos de vista, el clima y la atmosfera luminica.
Pero sobre todo cambia el enfasis de la mirada del artista, que nunca deja de deslumbrarse ante la versatilidad ambiental del paisaje.”
Carlos Delgado
– Por internet se ve mucha y variada obra, pero no todos los artistas saben utilizar adecuadamente esta herramienta. Me consta que eres activo en las redes sociales. ¿Cuál es tu consejo?
Internet es un escaparate que a día de hoy tiene su importancia en cuanto a dar a conocer tu obra, por lo tanto una herramienta muy válida que hay que, no solamente aprovechar, sino potenciar.
-Las nuevas tecnologías proyectan al artista a un mercado global y sin intermediarios. ¿Tener una página web o galería-ecommerce puede ser una opción rentable para comercializar la obra y promocionar al artista?
Las nuevas tecnologías son potencialmente exponenciales en cuanto a dar a conocer la obra, a que un interesado en la misma contacte directamente con el propio autor, y en algunos casos favorecer su venta.
Por otra parte, si alguien interesado en tu obra, teclea tu nombre (en el día de hoy) en esa inmensa ventana que te pone en el mundo y que se llama internet y no apareces, no eres nadie.
– ¿Qué opinas de la relación de internet y el arte en la actualidad?
Un importantísimo punto de difusión.
– ¿Consideras internet un maremágnum de ofertas artísticas que perjudica al profesional del arte y crea un mercado anárquico o desordenado?
Es como todo, el espectador o en su caso comprador tiene que saber discernir, tener criterio propio, cultura artística y sensibilidad suficiente para diferenciar. De todas maneras esto puede suceder en cualquier lugar o punto de exposición de la obra. Internet te da una información y el internauta, que no deja de ser un espectador, la gestiona según sus conocimientos y criterios.
Puedes leer la primera parte de esta entrevista
Marnay: «Hay excesivas voces de dogmáticos y santones del arte que menosprecian la figuración»
pulsando AQUI.
(Las fotos que documentan la entrevista han sido cedidas por el artista.)