En una sociedad tan cambiante como la actual, hay que saber jugar con los tiempos y reinventarse continuamente.

No hacerlo significa quedar desfasado y desaprovechar todo el bagaje artístico que se ha ido acumulando con los años y con la experiencia.

Ese no es el caso de José Grimalt, pintor, poeta y creador, en el más amplio sentido de la palabra, que se desenvuelve en muchas facetas siempre con el anhelo de expresar, sentir y vivir el arte, apartándose de encasillamientos o corsés impuestos.

Conocí a Grimalt a través de las redes sociales, parcela online en la que es muy activo, como interlocutor polémico, tertuliano provocador o simple usuario dispuesto a aportar siempre una visión personal y enriquecedora al debate.

Una larga entrevista, entre preguntas y respuestas, se ha ido conformando durante los últimos meses, donde el artista expone con sinceridad su actitud vivencial y su ministerio creativo.

A continuación, se publica la primera parte de esta larga conversación y dejo para la semana próxima la segunda entrega.

1.- ¿Cómo fueron tus comienzos como artista?
En mi temprana infancia ya pintaba, más bien dibujaba, era innato en mí, pero creo que esa consciencia artística la tomó por mí, un profesor seglar de religión, en los Salesianos. En una tutoría sobre mis estudios (todavía retumban una y otra vez desde el pasado sus palabras), Don Vicente le decía a mi madre “cuide las manos de su hijo, cuide las manos de su hijo…”.

Ese profesor abrió en mí un camino maravilloso y ayudó a mis padres a tomar la decisión que marcaría toda mi vida. Me cuesta recordar donde tomé consciencia de artista, en aquel entonces esa palabra tan sagrada “ARTISTA” no habitaba en mí, posteriormente me la gané a pulso.

«Es difícil ser hoy en día un artista.
Todo está permitido para autodefinirse artista y cualquiera se llama artista».

2.- ¿Cómo te defines o cómo te ves a ti mismo como artista?
Llegar a ser un artista es el resultado de una tormenta perfecta, la suma de varios hechos y decisiones que darán forma a tu personalidad y ahí, en esas definiciones, nacerá esa actitud o camino. Son muchas cosas las que tienen que sucederte para llegar a tomar conciencia de que no pintas, sino creas.

Es difícil ser hoy en día un artista. Todo está permitido para autodefinirse artista y cualquiera se llama artista. ¿A quién se le ocurriría llamarse médico, sin serlo?. En cambio, artista se le llama a cualquiera que haga un garabato o que transite por encima de un papel. Son los signos de esta sociedad de lo fácil y no definido.
Últimamente, tengo empezada una cruzada personal por la dignificación de este calificativo “artista” y su reconocimiento guste o no.

Habrá muchos cadáveres que apartar hasta la cima. Incluso diría más: aunque pintes estupendamente no adquieres el pleno significado de artista, aunque la Rae lo defina como tal. Es una actitud de comportamiento, hacia tus palabras, tus metas, definirte en tus pensamientos, sensibilidades, ideas, rebeldías, expresiones y forma de vida. A mí, me cuesta en esta sociedad mantener ese supuesto título.

3.- Trabajas de manera multidisciplinar: acuarela, dibujo, obra gráfica… ¿dónde crees que te reconoces más?
Soy un explorador nato, como un gato con un ovillo, o como un niño con un puzle. Todo aquello que retroalimenta mi curiosidad lo uso, lo aprendo y busco caminos para expresarme con él. Si esta pregunta me la hubieses hecho hace años te diría: “por favor soy acuarelista”, pero me di cuenta que esa camisa de moda, se me quedó pequeña.

Es encasillar un mundo en una botella. Una botella que se puede llenar con la imaginación de mil cosas creativas y estar constantemente desbordándose por falta de espacio. Resumiendo, me reconozco “en la materia, sea la que sea”. Lo mas precioso que pasa por mi mente cuando trabajo es tener la esperanza de qué haré mañana, que me mantenga asombrado y expectante.

4.- Trabajas la figuración en tu obra. ¿Qué piensas cuando oyes en determinados sectores que estas tendencias (realismo-figuración) son un arte del pasado, un anacronismo? ¿Acaso no se puede hacer un trabajo de investigación con una obra realista?
Buena pregunta y enrevesada su contestación para respondertela con mi experiencia en esto. Toda mi vida he sido excesivamente académico: realizar las cosas bien hechas, excesivamente bien hechas, en principio, y arrastrando la academia. Hasta hace poco tiempo, la figuración a cohabitado cada trazo de mi vida. El arte figurativo es el arranque de querer copiar a tu estilo lo real, lo que ves sin filtros, el yunque donde modelas el futuro. Hasta lo veo necesario en la trayectoria de cualquier artista que se precie. He pasado por el realismo, la síntesis y, hasta que me cayó un día el rayo de la conciencia creativa, transmuté a la liberación de mi trazo.

Ha pasado algo muy curioso. Actualmente, cuando pinto me puedo ir hacia delante o hacia atrás en mis estilos y obra, a mi libre albedrío. Así es que, según tu pregunta, es un túnel del tiempo donde cohabitan todos los estilos, al fin y al cabo, estoy en una constante búsqueda. En ello me encuentro en dos sillas y mal sentado, pues defiendo lo figurativo y lo abstracto, porque estoy en ello. Con el primero, controlo mis impulsos más desaforados. Con el segundo, doy rienda suelta a la opresión y locura, a la burla del espectador con plena consciencia. Toda mi vida he estado entre artistas; muchos de ellos de abstracto. que decían despreciativamente: ¡¡¡eso es como una foto!!! Y, algunos años después, están realizando exposiciones de fotografía, pero siguen sin saber mezclar colores y menos dibujar.

Necesito y quiero tiempo para investigar. Pero, eso lo resumiría en un maestro de maestros, que desde que lo descubrí hago como san Juan Bautista. Cuando vienen a ver mi obra, les digo ¡siganle a él!. Me refiero a Pedro Cano, que para mí es el súmmun de la pintura. El me abrió los ojos a las muchas posibilidades de la acuarela.
Y recuerdo que cuando se realiza una retrospectiva de artistas, como Sorolla, Fortuny Velázquez la tienen que prorrogar meses por la cantidad de visitantes que desean verla, incluso varias veces ¿dime si eso lo consigue otra tendencia vanguardista? Esto ¿querrá decir algo?

5.- Dedicarse por completo a tu vocación artística no siempre es fácil conseguirlo. ¿Cuáles han sido para ti los principales obstáculos que tuviste que superar cuando decidiste dedicarte plenamente a la pintura?
Directamente te contesto: el mayor obstáculo he sido yo al no haberme espabilado, en todo lo que actualmente me pasa.
Destripándome, como suelo hacer en cualquier escrito y más en esta entrevista, te cuento: Me he pasado media vida queriendo demostrar a mis padres mi valía, hasta muertos, un día abrí los ojos y creí que ya había pagado mi deuda con creces. Toda mi vida ha sido una completa demostración, pero sin recovecos, ni traumas como una carambola más complicada cada vez de realizar.

Las cuentas no pagadas no habitan en mi con facilidad, pero la sociedad es anodina y compulsiva donde gana el que está en el momento adecuado, con la persona adecuada y en el día justo, aunque sea un inútil. Por lo visto, jamás estuve en ese baremo de coincidencias. He tenido dos carreras y, con la suerte de ser del mismo palo, la arquitectura de interior y la publicidad, que me mantuvieron económicamente, incluso me apartaron del arte indirectamente. Eso sí, como te imaginarás todo el día con el lápiz y la creatividad mas mordaz, que, años después, me catapulto a otros campos fértiles y nuevos para mí. Ahora la pintura, la creación y las clases es mi sustento.

6.- ¿Puedes explicarnos como es tu rutina diaria en el estudio? ¿Sigues un plan de trabajo preestablecido o improvisas sobre la marcha?
¡¡No!!, no puedo… No existe la rutina, por suerte o por desgracia. Soy un caos total. A causa de la crisis, dejé mis profesiones, principalmente, la publicidad en promotoras y constructoras y ahí sí que era un chico bueno. Ahora no. Tengo tres estudios: El estudio de expresión, el estudio de pintura e informática y el estudio de grabación (donde edito y grabo mis audios de poesía).

Voy de uno a otro, a libre apetencia. Y ¡sí! necesito disciplina; así lo creo. Esto sucede mientras no tengo algún encargo, pero el artista ha de pelear con la locura, la espontaneidad y mantener esa manida frase de “que la inspiración te pille trabajando”, que es en parte cierta para ser productivo, pero he tenido momentos de musas e inspiración grandiosos siendo un anárquico.

Puedo estar pintando hasta las 5 de la madrugada, levantarme a las 12 o no acostarme. Puedo estar escribiendo o alternando las dos cosas. A veces, tengo obra en el estudio de al lado y ya son casi las 5 de la madrugada, cierro y paso por delante del caballete donde está la obra que estoy trabajando y me quedo disfrutando de lo que veo. Me atrae algo, cojo el pincel y cambio esto o lo otro y sigo pintando hasta las 10 ¿es así un modo correcto? No lo creo, pero funciona y tengo la libertad de cambiarlo cuando me dé la gana.

7.- Todos tenemos referentes artísticos. ¿Cuáles son los tuyos?
Como ya te he comentado anteriormente, uno en especial es Pedro Cano, que me abrió los ojos por aquel entonces sobre las posibilidades de la acuarela. Mira soy muy bueno analizando estilos, pero muy malo recordando nombre de artistas y me debería aprender por lo menos 5 para cuando voy a la radio y preguntan algo parecido. No quiero a estas alturas que esas referencias se conviertan en tendencias para mí, no quiero influencias.

Tengo miles y miles de fotos de artistas de sus cuadros, acuarelas, oleos, escultura, ilustración e ilustración digital. Eso si, hay que verlas de reojo, porque cuando las veo digo:”Dios, pero que hago yo aquí; no soy nada, ¿dejo de ser artista y me hago sexador de pollos?” La gente se cree que soy una roca, y mi ego es un vórtice en mi vida. Soy como un gladiador y algunas veces, con rodilla en tierra, he pedido clemencia ante la derrota.

8.- ¿Qué aporta el arte a tu vida?
Casi todo y una cosa lleva a la otra. El arte siempre como una corona en mi cabeza marcó quien soy socialmente. Soy artista por aquella frase “cuide las manos de su hijo”. Mi vida hizo mi arte y mi arte hizo mi vida. Es una simbiosis de amor-odio infinito. Ha sido una constante lucha de superación.

Da igual las ausencias que tuve de ella, siempre estuvo ahí para mí, nunca me falló, casi todos los hitos en mi vida “la pintura me los aportó” y también sus hermanas, las otras artes. Desde hace cinco años, el reconocimiento social lo ha generado la pintura. Ahora, lo retroalimento con las actuaciones poéticas, el teatro y estas aportaciones literarias.

• José Grimalt nace en Valencia en 1956.
• En 1970, estudia durante 5 años en el Centro de Estudios Artísticos de su ciudad.
• También practica pintura con el profesor Francisco Romeu.
• En 1975, ingresa en la Escuela de Artes Aplicadas para cursar Diseño Gráfico.
• Actualmente combina las exposiciones pictóricas con la ilustración y el diseño.

9.- ¿Estás profesionalmente en el lugar que querías alcanzar? ¿Qué balance haces de tu trayectoria como creativo?
Con perdón, ¡no!. Actualmente, y siendo esta una etapa de madurez, mi lugar tenia que ser un quinto piso, pero no voy a lloriquear; jamás lo he hecho. Estoy donde sea por algo que debí hacer mal y durante algún tiempo, ahora toca recoger algo de lo no aprovechado anteriormente.

Es pretensión humana intentar lograr y alcanzar más y más hasta que las fuerzas digan hasta aquí ¡me planto!. Eso espero no ocurra jamás en mí.
Cuando dices creativo, no sé porque será, (en mi tarjeta de diseñador lo ponía) me haces creer que te refieres a esa etapa profesional. La resumiré diciendo que no se me daba mal y tenía el reconocimiento de las empresas.

Y si es bajo el dogma del arte, pues te seré sincero, no lo sé. Me dejo llevar por el pópulus. Su opinión es un baremo incuestionable. Hay artistas que, al no ser agraciados por él, se defienden diciendo: “no importa, lo que importa es lo que yo creo de mi obra”, a lo que yo respondo: “algo tendrá el agua cuando la bendicen”.

10.- ¿Es la crisis una excusa o es una realidad para el aletargamiento artístico que se respira hoy día?
La crisis ya viene de muy atrás, antes de la actual. El cierre prematuro de galerías fue como esas señales prodigiosas en el cielo, que anunciaban desastres. El arte transmutó a cosas difíciles de vender en un estatus sencillo y esto marginó muchas muestras artísticas del arte comprensible.

Solo quedó como referencia el arte institucional, al reinar y ser protegido por poderosas fuerzas y lobbys se especuló con los precios y esto arrastró a elevarlo linealmente todo. El resultado fue alejar al comprador, ese que se había animado después de mucho pensar en adquirir una o dos obras originales y de calidad.

Todos los artistas en este momento estamos como ralentizados, pintamos muchísimo menos, se amontonan los cuadros en los estudios y eso aletarga la actitud de pintar con continuidad. Los que pintamos sobre papel tenemos suerte, pero es lo mismo, no quiero ni pensar en los compañeros escultores.

11.- ¿Es el artista individualista, envidioso y soberbio o, por el contrario, comparte su experiencia y reconoce el trabajo de los demás?
De todo un poco, recuerda que somos humanos. Todavía un “artista, artista” , si puede, no comparte lo que está realizando. Quiero decir, necesita tenerla para el solo. Es una comunión entre la obra y él, una especie de dios, de amante “para mi toda”. Pero, también siente, una vez creada, la necesidad de mostrarla y recibir los halagos correspondientes. Esta necesidad forma parte de nuestro ADN de artistas. Es el pago final a nuestra obra, a nuestra creación y si encima te la compran ¡perfecto!.

¿La soberbia?, Eso no sé cómo conjurarlo yo, porque es una definición vaga de limitar o de defender con vehemencia, ante otro artista. Es vehemencia o soberbia, en este mundillo donde si pueden te arrollan el crecerte por estar seguro de tu trabajo. ¿Es soberbia? En otro entorno no sé qué decir, pero en el entorno del arte tiene matices.

¿Envidia? Si es algo que tiende a confundir, admirar a otro, sin cruzar esa sinuosa tentación de conseguir lo que el otro posee es muy confuso, El arte y los artistas por más que se empeñen está lleno de grados, los de muy arriba, los de arriba, los del medio y los de más abajo, Es así, nadie lo puede cambiar y eso es un nido donde se siente a gusto la envidia, por otro lado, como en todo oficio.

Por otro lado, si, afirmativo, porque el artista también comparte. Yo ahora soy docente, por necesidad he de compartir conocimientos y por ello me pagan, y cuando termina mi clase y me voy al estudio acumulo conocimientos nuevos que mañana revierten de nuevo en el alumnado. He de aclarar que disfruto enseñando, no se me da mal la pedagogía artística y afirmo que cuanto más enseño más aprendo. Al tiempo, que admiro como ya he dicho a multitud de artistas excelentes. Creo que al artista se nos debería tolerar en pos de la genialidad esta lista de pecadillos por los cuales tú me preguntas.

«Mi epígrafe mortuorio lo subrayaría con el título de mi última poesía:
“Me acuso de haber vivido intensamente, pero poco”.

12.- ¿Cómo te gustaría verte dentro de diez años, por ejemplo, o como te recordaran?
Permíteme la licencia: ¡¡con mas pelo¡¡¡. Pues, usando un tópico, me gustaría verme con más locura, más energía, más lucidez y teniendo más cariño de mis amistades, que son muchas de todo el mundo. También, que la crisis haya desaparecido y mis obras encuentren su poso en la gente, que las aprecie siempre. No son hijos, ni tonterías de esas. Son trabajos que fueron realizados por mí, en un momento de mi vida artística y ahora están para ser interpretados y disfrutados por otros.

Y aquí, sí… aquí, uso el comodín del misterio y de lo transcendental, que me recuerden siempre, sería algo como ectásico, maravilloso. Tengo gran sentido de la inmortalidad, de la teórica reencarnación, es como mirar el universo y ver tanto espacio desaprovechado, lo mismo en nuestra trayectoria en la tierra, ¿Qué podría hacer para que me recordasen hasta la siguiente destrucción de la tierra? Nada. Simplemente, seremos polvo y ceniza. Mi epígrafe mortuorio lo subrayaría con el título de mi última poesía “Me acuso de haber vivido intensamente, pero poco”.

Puedes leer la segunda parte de esta entrevista
José Grimalt:·»El arte y el mercado juegan con cartas marcadas en esta sociedad»
pulsando AQUI.

(Las fotos que documentan la entrevista  han sido cedidas por el artista.)

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