¿Por qué?
Pues, porque el artista es capaz de crear y transformar la materia en una obra de arte, creando un espacio personal y mágico; y, ello, a través de una sensibilidad focalizada a observar e interpretar el mundo.
Disfrutar de esta experiencia de una forma plena es la pretensión que tienen todos los que se sienten atraídos por el arte.
Ahora bien, sabes ya ¿qué tipo de artista eres tú o quieres ser?
¿Lo tienes claro?
¿Aceptas el lugar que ocupas en el mercado del arte o preferirías estar a otro nivel?
Hablemos de ello,… a continuación, te expongo mi opinión al respecto.
Cuando el arte entra a formar parte del mercado establecido
La voluntad de superación y la necesidad de expresarte a través de tu arte es la mejor manera de desarrollarte como artista.
Pero, cuando decides vivir de tu labor artística, tienes que acomodar tus tiempos a producir y gestionar tu trabajo como hábitos normales en tu rutina diaria.
En tu caso, por ejemplo, ¿eres artista porque ves en el arte ese mundo romántico que te atrae, donde se manifiestan las más puras expresiones humanas?
¿Si o no? Tu decides.
Mi opinión es que pensar así, hoy en día, es una utopía.
Porque, cuando el arte entra a formar parte del mercado, éste se ve inmerso en una pugna de intereses, comportamientos y poderes jerarquizados en busca de su parte del pastel y esta contienda está protagonizada por artistas, galerías, directores de museos, curadores, críticos y coleccionistas que determinarán tu éxito o fracaso, en algún momento.
De ti depende saber a que nivel de mercado te interesa desenvolverte artísticamente.
Igual que no existe un solo modelo de artista, no debes dejarte influenciar por un determinado sector del arte.
Convertir tu vocación en una profesión estable
Hay muchas oportunidades para poderte desarrollar y para convertir tu vocación en una profesión que te satisfaga en lo personal y te permita económicamente vivir de ella.
Nos asombramos cuando conocemos obras de arte por las que se han pagado decenas de millones y creemos que el artista que lo consigue llega al nivel más alto.
Pero esto, en realidad, es un espejismo porque el 99,9% de los artistas no están, ni estarán nunca, en este ranking mercantilista.
Y, conseguirlo, tampoco es la única opción que te ofrece el mercado del arte.
Porque, en este mercado hay también espacio para galerías que representan firmas de primer orden, para galerías más modestas de ámbito nacional o local, para artistas que trabajan por encargo, retratistas con una cartera de clientes, profesionales contratados, artistas emergentes, subvencionados o, simplemente, comerciales.
Todos tienen cabida en el mercado del arte, sean académicos de bellas artes o autodidactas, autónomos o empresarios liberales.
Según tus inquietudes e intereses, debes decidir que nicho de mercado será el tuyo y asumir el rol de artista que has decidido ser.
Tipos de artistas
Hay muchos tipos de artistas y muy variados que se revelan de distinta forma en su comportamiento, tanto en lo personal, como en lo profesional o en lo artístico.
En el escenario del arte podemos encontrar individuos con un cliché romántico y de comportamientos obsoletos (tipo van Gogh), con talento renacentista (como Leonardo da Vinci), otros con síndrome mercantilista (como el norteamericano Jefs Koons), quizas hedonistas empedernidos (sirva Picasso, como ejemplo), adictos crónicos (fue el caso de Jackson Pollock), algunos existencialistas torturados (como Andy Warhol), conceptuales comprometidos (Sol LeWitt), excéntricos presuntuosos (como Salvador Dalí), marginales-undergrounds irreductibles (Nazario), utópicos idealistas ( el alemán Joseph Beuys) o virtuosos de la técnica (como el español Antonio Lòpez).
Artistas que se comportarán como genios o divos, como personas altivas o engreídas, que serán tímidos y huraños, extrovertidos, simpáticos y afectuosos, antipáticos o insufribles.
Técnicamente, también son buenos profesionales y excelentes artistas visuales, que pueden etiquetarse como realistas o abstractos, hiperrealistas o conceptuales, performativos, escultores, fotógrafos grabadores o artistas del videoarte.
Todos son válidos, porque no existe un solo tipo de artista.
Hay cabida para todos en el mercado del arte.
Y para tí también, pero debes saber cuál es tu lugar apropiado.
Honestidad y determinación para aceptar la realidad
No conviene estar en un sitio, porque tú lo has elegido o porque es lo que te corresponde por tu trabajo artístico y pretender disfrutar de lo que hay en otro.
Se honesto contigo mismo y consecuente con la realidad que te rodea.
Me explico, pongamos un ejemplo: Si eres un excelente pintor de paisajes y comercializas tu obra directamente o expones en centros culturales de los municipios cercanos a tu estudio, como muchos artistas hacen, no pretendas que tu obra forme parte de la colección del Guggenheim.
Por todas estas razones no se puede hablar desde una visión fundamentalista del artista, como si solo hubiera un modelo esencial e inamovible en su definición.
Entonces, tú, como artista, recuerda que puedes estar en el mundo del arte escogiendo el modelo, la opción y el posicionamiento que prefieras, sin atender a los intereses creados que tanto mal han hecho a las disciplinas artísticas y que, en algún momento, pretendan imponerte.
La realidad es que en un sistema capitalista donde nos encontramos rige una economía de mercado y el artista profesional debe estar en él con normalidad, porque tiene que comer de su trabajo y tiene facturas que pagar a final de mes.
Por lo tanto, sé libre en la elección, sin condicionamientos.
Sin complejos de como negociar o comercializar tu trabajo.
Y auténtico ¡siempre! en tu producción artística.
Foto de Gerd Altmann, de Pixabay . Descarga este artículo en PDF
Yo soy : https://youtu.be/dF9-vmn9N0c