La aventura de querer ser artista - Objetivo Arte
la aventura de ser artista
La aventura
de querer ser artista

El post de esta semana corre a cargo de Miquel Cazaña (1980. Llagostera (Barcelona), joven artista que se ha labrado una relevancia en el mercado actual a base de constancia y convición por su trabajo.

Dedicado a tiempo completo desde hace casi dos décadas, desempeña una amplia actividad artística como pintor y como ilustrador en el mundo editorial.

En este post Miquel nos cuenta en que fundamenta su trayectoria personal para que su vocación artística le permita vivir exclusivamente de su creatividad.


La aventura de ser artista


Emprender en el mundo del arte es toda una aventura, para que nos vamos a engañar.

Para afrontar con entereza esta aventura yo resaltaría tres bloques o pasos importantes que se suceden.

El primero va relacionado con el trabajo y el tercero sobre cómo venderlo.

El segundo iría relacionado con el manejo del tiempo ya que, una vez empezamos a conocer nuestro trabajo y sabemos a dónde vamos, tenemos que organizar nuestro tiempo antes de empezar a hacer otras gestiones para mover nuestro trabajo.


Descubrir la llamada del arte


Más allá de si resulta fácil o difícil emprender en el arte, yo creo que lo importante es que uno sea sincero consigo mismo y vea si tiene esa llamada interior que lo lleva hacia el arte.

Si es así, lo único que puede hacer es concentrarse plenamente en este propósito y alinear todo en su vida para dirigirse hacia ello con la máxima convicción.

Es un camino largo, aunque gozoso desde el principio.

Una inversión a largo plazo en la que hay que invertir más tiempo que dinero, según mi experiencia.

Tiempo para aprender y practicar tantas horas como se puedan, teniendo en cuenta que la vocación construye al profesional, y que uno necesitará unas 10.000 horas de práctica o de 7 a diez años de experiencia para vivir como un profesional de cierto nivel, según Robert Greene o Malcolm Gladwell, estudiosos de los grandes maestros de la historia en distintos campos.

Según estos observadores, debemos reconsiderar el concepto de genio nato y sustituirlo por profesional creado a sí mismo con el tiempo.


Propósito que se pretende  alcanzar


Yo mismo he llegado ya a las 10.000 horas o diez años de experiencia pintando, y realmente no me considero un genio.

Me considero un profesional que ya tiene el rodaje necesario para tener autoridad en su profesión.

Para ello, las aptitudes iniciales son importantes, desde luego, pero todo lo que uno aprende a través de la experiencia es lo que acaba marcando toda diferencia con otro que sencillamente dibujaba bien, o que tenía buen oído en el caso de un músico.

Así pues, el problema principal siempre es de propósito, de tener claro hacia dónde vamos e invertir todo el tiempo necesario para conseguirlo.

Muchas veces uno cree, o le hacen creer su pareja o sus padres, que no va a ganar lo suficiente y que tiene que aparcar sus sueños “infantiles”, y antes o después se queda por el camino sin haber invertido las 10.000 horas necesarias.

Por eso, digo que lo más importante es ser sincero con uno mismo y ver si uno tiene las capacidades necesarias y si siente la llamada interior, porque si uno no está muy fuerte mentalmente los obstáculos exteriores serán insalvables.


Manejo del tiempo


Una vez estamos en marcha trabajando varias horas al día y notamos que nuestra obra tiene valor como para ser vendida (¡No esperes diez años a vender tus cuadros! ¡Seguro que mucho antes harás cosas interesantes!), para que todo esto no se nos vaya de las manos será imprescindible controlar bien el tiempo.

Yo creo que, si la jornada tiene ocho horas, está bien trabajar creando obra nueva unas 5 horas al día, y las 3 restantes dedicarlas a tareas de promoción, búsqueda y gestión de contactos, estudio de mercado, formación, etc.

Obras al óleo de Miquel Cazaña

Selección de obras al óleo de Miquel Cazaña


Como fomentar el mercado apropiado


El propósito y la experiencia en el arte son el motor principal del proyecto, lo que hace que uno evolucione como artista.

De hecho la historia está llena de grandes artistas que han vendido muy pocos cuadros o ninguno en su vida.

Así que, al margen de las ventas, si uno tiene tiempo ya puede desarrollarse en el arte e incluso llegar a crear obras maestras.

Pero, como en la mayoría de casos necesitamos generar dinero y queremos ser artistas a tiempo completo, deberemos prestar mucha atención a las acciones de cara a crear un mercado y hacerlo crecer.

Para ello, y siempre según mi experiencia, es francamente positivo molestarse en conocer personalmente a mucha gente y en ambientes diversos.

A poder ser, gente sensible y de cierto nivel cultural.

En mi opinión, es más importante la cultura y la sensibilidad del coleccionista que su poder adquisitivo.

Yo valoro que adquieran mis obras por convicción y no por inversión.

Así, tengan mucho o poco dinero los clientes, si pones un precio medio a tu obra los que tienen mucho te comprarán a menudo y los que tienen poco podrán hacer un esfuerzo para comprarte alguna vez, pero no quedarán excluídos.

Eso teniendo en cuenta que te muevas en un círculo de personas de clase media.

Hay artistas que van directamente a tratar con la clase alta y todas sus acciones las encaran a eso.

Se apuntan a golf, se acercan únicamente a gerentes de grandes empresas u otras personas con poder económico, o directamente han crecido en una familia adinerada que les ha ofrecido los contactos de manera natural.

Si es ese tu caso, excelente, tal vez esta parte no la necesites y puedas vender cada una de tus obras por muchos miles de euros o decenas de miles de euros, incluso.

Para el resto, lo que nos conviene es crear un mercado real y que se mueva con frecuencia.

Eso significa que si tus obras valen 3.000 euros pero la última que vendiste fue hace 3 años, tal vez tienes que replantearte bajar la oferta para aumentar la demanda entre tus clientes.

De lo contrario, tendrás todo el estudio lleno de obras por vender y eso no es agradable ni te hace sentir bien a la larga.

Los mercados funcionan así, y los artistas que han llegado más lejos económicamente no son siempre los mejores, si no los que han tenido más visibilidad o contactos más pudientes.

Sería fantástico que los que más cobran fueran los que más se lo han currado y tienen un trabajo objetivamente mejor, pero para bien y para mal la calidad en nuestro oficio parece que no es medible en términos genéricos.

La opinión siempre está un poco dividida en el arte, no somos como matemáticos o científicos cuyas fórmulas o descubrimientos son cien por cien irrefutables.


Saber generar la demanda


Así pues, el juego consiste en generar demanda.

En esto pueden valer los contactos influyentes, las apariciones en medios o las redes sociales.

De estas tres opciones, si tuviera que elegir una, sería la primera y si no la tercera.

Hoy día la televisón y los periódicos van perdiendo fuelle y no tienen la repercusión de antaño, pero la ayuda de personas que confíen en tu trabajo y hablen de ti (no hace falta que sean especialmente poderosos, si no que hablen honestamente de tu trabajo a terceros) y la posibilidad de escalar en redes sociales nos ofrecerán más visibilidad y más demanda con el tiempo.

Aunque, repito, lo más importante es el primer paso; encontrar tu propio camino, tu propio estilo, acorde a tus valores, y definirlo todo lo posible.

Que cuando cualquiera vea tu obra sepa que sólo puede ser tuya, y que es una obra rica, desarrollada, con un valor de fondo.

Sin esto, todo el rollo de la oferta y la demanda puede funcionar, pero serás otro artista de los que venden humo, y de esos ya hay demasiados en la sociedad.

El humo es gratis y no aporta nada, aunque algunos que no saben qué hacer con su dinero se molesten en darle valor pagando millonadas.

Al margen de las redes sociales, y para acabar con este tercer bloque relacionado con el mercado, es importante procurar ser original y que hablen de ti y de tu obra en blogs sobre arte, que tienen casi tanto poder como los periódicos y las televisiones antes.

Recuerda que estamos en la época de los micro mercados, y cuánto más y mejor llegues a la gente a la que le puede interesar tu trabajo más sencillo será todo.

También puedes difundir tu filosofía o tus procesos de trabajo a través de plataformas de video como youtube, facebook o instagram, entre otras.

Para terminar, te aseguro que nunca te aburrirás, y cada día será un gran reto.

Poco a poco, desarrollarás una visión a largo plazo y pensarás en proyectos para los próximos años (exposiciones en otros países, editar libros sobre tus obras…).

Para ello será importante gestionarte bien económicamente; reservar una parte de cada cosa que cobres para invertir y para cuando vengan tiempos flojos, sabiendo que no hay un sueldo mensual, pero hay una estabilidad de fondo porque ahorras un poco cada vez y no gastas más de lo que ganas.

Al final, lo más valioso de todo es siempre el tiempo que inviertes en desarrollarte como artista.

 

Foto composición de Freepik y selección de obras de Miquel Cazaña. 
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Acerca de Miquel Cazaña, autora de este artículo:

MIQUEL CAZAÑADesempeña una amplia actividad artística como pintor y como ilustrador en el mundo editorial.
Dedicado a tiempo completo a proyectos artísticos, desde el año 2004, ha publicado dos proyectos personales en forma de libro.
Nieto de la pintora paisajista Carmen Gandía, trabaja actualmente en la catalogación de su obra.
Persona cercana en el trato, inquieto artísticamente y con una actitud de servicio hace una inestimable aportación didáctica y de divulgación desde su blog personal.

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