
¿Cuántos artistas pueden vivir de su arte?
El éxito en el mundo del arte es altamente subjetivo
y depende de los objetivos individuales de cada artista.
He recibido un correo en el que se me formulan tres preguntas:
¿Cuántos artistas de los que te leen sabes que pueden vivir de su vocación?
¿Qué porcentaje crees que llegan a conseguirlo?
¿Cuántos han fracasado y no lo logran?
Desde que lo recibí he estado dándole vueltas y considero que no es una cuestión de blanco o negro, porque hay muchos matices grises por en medio.
Esta carta la reciben más de 5000 suscriptores que, en principio, entiendo que están vinculados al arte.
Puede que sean profesionales, aficionados, vocacionales o, simplemente, curiosos que se sienten atraidos por un mundo amplio y diverso que abarca múltiples formas de expresión creativa, como la pintura, la escultura, la fotografía o la ilustración, entre otros.
Ignoro cuántas de las personas que me leen y se desenvuelven profesionalmente dentro del sector del arte han convertido su vocación en su medio de vida.
Sí me consta que un gran número lo hacen de forma parcial o paralelamente a otra ocupación laboral que es su principal entrada de ingresos.
No sé cuantos, pero si los hay que han emprendido su carrera artística como única actividad laboral.
Y lo han conseguido, porque ya han llegado donde querían.
Otros están en el camino.
Algunos, quizás, nunca lleguen a ganarse la vida tanto como pensaban y tendrán que reconducir su carrera.
Otros cambiarán sus metas por el camino y se plantearán otros objetivos más alcanzables.
Pero, ninguno o muy pocos se arrepienten de haberlo intentado.
No se trata de porcentajes, sino de actitudes, de oportunidades, de emprendimiento, de determinación…
Por lo tanto, lo siento, pero no puedo dar una cifra precisa o un porcentaje definitivo que indique cuántos artistas logran vivir exclusivamente de su arte.
El éxito en el mundo del arte es altamente subjetivo y depende de los objetivos individuales de cada artista.
Algunos pueden valorar más la expresión creativa y la satisfacción personal que el aspecto financiero, mientras que otros se esfuerzan por alcanzar el éxito económico.
Es importante tener en cuenta que el éxito y la capacidad de vivir exclusivamente del arte pueden variar según el campo artístico, la ubicación geográfica y las oportunidades disponibles.
Además, hay muchos artistas talentosos que han logrado establecer una carrera sostenible, pero es posible que no sean reconocidos fuera de ciertos círculos artísticos o regiones específicas.
Algunos, al margen de su obra personal, pueden decidir explorar diferentes áreas dentro del arte, como la enseñanza, la curaduría, el diseño o la ilustración, para encontrar oportunidades adicionales.
Adaptar las metas a medida que se avanza en la carrera artística puede ser una forma de encontrar satisfacción y propósito a largo plazo.
Muchos consideran que el viaje en sí mismo es una parte fundamental de su crecimiento personal y creativo.
Lo que une a todos los artistas es la pasión y la persistencia que los impulsa a seguir adelante.
Cuando alguien me consulta y espera que le dé una solución mágica o que le convenza en su indecisión de dar un paso hacia adelante para convertir su creatividad en su medio de vida, le aconsejo lo mejor que sé, exponiéndole los pros y contras.
Pero, en el fondo, lo que me gustaría decirle es lo siguiente:
«¡Decidete!
¿Quieres ser artista?
¡Inténtalo!, por lo menos.
Yo no te puedo asegurar el éxito.
Sólo si lo intentas, lo sabrás.
El riesgo que puedes correr es solo cuestión de tiempo y dinero.
Nada irremediable.
Siempre puedes «recoger velas» y volver a «puerto seguro», a un empleo, a la rutina, a cobrar a final de mes…
Pero, ¿qué significa esto en comparación con lo que puedes ganar a cambio?»
Ser un artista emprendedor es una aventura que puede presentar diversos desafíos.
Pero, pocos se arrepienten de haberlo intentado, ya que el arte les brinda una forma de expresión única y una oportunidad de realización personal inigualable.
Te cuento esto, porque hay problemas que calan, mientras otros resbalan.
Todo depende del momento en que uno se encuentra con ellos.